Después de estar negociando por un mes, por fin se pudo abrir el ostión de los funcionarios de ecología estatal para poder acercarme más a la autorización de la planta de concreto y del campamento de los trabajadores.
Me hicieron ir varias veces y tramitar una licencia con el ayuntamiento, en donde me dijeron que con eso bastaba, pero cuando se las integré no les gustó y me la hicieron cambiar para que dijera claramente concretera y campamento en lugar de la leyenda de obras provisionales.
Ya ingresado el documento, ahora no les gustó el lugar en donde propusimos ponerla ya que la razón que dieron es que no le gustaba a los vecinos de la colonia residencial de lujo.
Tuve que llevar a algunos de los funcionarios a que vieran una concretera en un proyecto que tenemos en el estado de México y eso fue ir un día completo, ese viaje fue bueno, porque ahí ya se abrió uno de los funcionarios y me explicó como está el maneje adentro de la secretaría y como le tengo que hacer para que fluyan más rápido las cosas ya que me señaló realmente como están los cotos de poder.
Con lo anterior ya son tres funcionarios que he invitado a comer por separado y de esas reuniones he sacado el provecho de fomentar las relaciones para la autorización de futuras licencias y permisos.
Espero que la próxima semana ya salgan las autorizaciones definitivas.
Además me fui a comer con un funcionario del ayuntamiento el cual tiene un panorama bueno en cuanto a ascender a la máxima jerarquía como director de obras.
En síntesis he tenido que ir andando a salto de mata para ir sondeando los diversos asuntos que tengo que ver en todo el proceso de gestión.
Es un proceso intenso y a veces es desgastante porque interviene mucho el criterio y la intencionalidad de las personas.
Hay que ser muy paciente y prudente hoy en día.
Y saber comprar y vender favores.
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