Este enero he seguido el patrón pensado en Diciembre.
Me avoqué a pagar las deudas añejas del predial y del agua, de las cuales ya tenía adeudo como de seis años.
No hubo problema de multas o reclamación por embargos y una vez más me quedó demostrado que no es necesario preocuparse por estos pagos, hasta que pasa un buen tiempo y los flujos mejoran o sea necesario hacer alguna compraventa.
Una de las razones por las que no había pagado es que me daba flojera investigar el monto del adeudo e ir a la oficina de la tesorería a hacer colas.
Para mí pura pérdida de tiempo.
Algo que incentivó mi creatividad fue la decisión de arreglar el sistema de internet en la casa.
Primero fui a cambiar el módem alámbrico por el inalámbrico (con las consabidas colas y esperas) y luego a investigar porque no funcionaba el módem inalámbrico, así que otra vez irlo a cambiar, esta vez desde Puebla supervisando que lo dejarán en mi casa a la persona que me ayuda con el aseo.
Una serie de instrucciones a una persona que no tiene ni idea de las cosas a otra que lo que quiere es solamente dejar el módem y no comentar nada.
Una coordinación rara.
Compré una tarjeta inalámbrica con entrada usb y por consiguiente cargué el software.
Intento tras intento y no me aceptaba la configuración.
Por más que en la caja leía que este adaptador era 802.x o no se que y que ese era el que servía.
Total que el problema era que no había dado de baja el antiviurs existente ni los firewalls y después de un buen rato (ya de madrugada), la conexión funcionaba correctamente y ya tenía instalado el nuevo antivirus.
Felicidades a Slim por otro adicto.
Al día siguiente conecté la impresora vieja y la probé con el software que bajé de la página del proveedor, me dí cuenta que requiere reparación y mantenimiento. Así que conecté la nueva impresora y funcionó perfectamente.
Con lo anterior pude pagar los adeudos además de hacer impresiones de mil cosas que necesitaba, tenencia, teléfono, etc.
Ya quedó todo ordenado y con esto ya no tendré que ocuparme de tanta tontería y así tirar mil papeles, recibos, cajas que ya me tenían cansado de verlas arrumbadas en la casa.
Me siento mejor con todo este asunto del ejercicio basquetbolero ya que me divierte y me relaja bastante.
Estoy analizando meterme al francés y a la alberca.
Y sigo viendo lo del retiro con las estirpes Loyolescas.
Veamos como se suceden los hechos.
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