En Puebla, buena para hacer un post reflexivo de los últimos acontecimientos de los cuales no había tenido tiempo de postear, debido a varias causas entre ellas la flojera de escribir.
Pues abril es el mes que me impacta mejor de una manera positiva ya que es el primer mes de calor, pero un calor no tan sofocante como los meses que le seguirán. Además es el mes de mi cumpleaños y me gusta.
Pues me fui una semanita a Tampico a pasar la Semana Santa con la familia y me la pasé bien.
Estuve una semana completa por allá.
Le llevé los angelitos de vidrio a mi hermana y para buena fortuna no se rompió ninguno.
Mis hermanas realzaron la belleza de las figuras con un arreglo que le hicieron con papel transparente y un listón dorado, se veían muy coquetos.
Si en la tienda vieran como los arreglaron serían la sensación, porque están padres.
Estuve de sábado a miércoles en la casa y me dediqué como siempre a hacer ejercicio, a comer bien, a estar en compañía de mis papás, hermanas y sobrina, todo en un ambiente armónico.
Tiré unas canastas de basket en el parque y un día practiqué con un equipo de niñas.
Estuvo muy padre el entrenamiento ya que eran niñas como de ocho años y jugaban bastante bien.
Había dos o tres en especial que se movían muy bien en la cancha.
Estuvimos practicando tácticas de defensa y tiro, me gustó mucho.
El jueves me fui a Manresa la casa de los Jesuitas que tienen en Tamaulipas a un retiro espiritual, con un grupo de 12 personas que no conocía y el padre.
Un padre joven, de extracción del Cultural como yo pero muchas mas generaciones joven que yo.
Me gustó su enfoque, no fue un retiro de vivencias o algo así, mas bien fue el entender de manera muy light, la manera de hacer los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola.
Me gustó la mezcla de lo tradicional, la misa, los rezos, la oración en conjunto y la solitaria con otras técnicas como la visualización del cine y el enfoque jesuita en esta tarea.
Vimos cuatro películas y las analizamos desde varios puntos de vista.
Además las instalaciones de Manresa se prestaron para tener un encuentro placentero, me sentía como en un campamento de verano estudiantil mas que en un retiro.
La comida fue un punto y aparte, porque fue comida muy sencilla pero excelente en su sazón, la cocinera le daba un punto delicioso a los huevitos, los chilaquilitos, los molletitos con queso, la fruta picada con chilito y salsa de chamoy, el cafecín, las galletitas, una superensalada de atún, en fin que no era tampoco el andarse lacerando.
Me gustó mucho reafirmar algunos conceptos que tenía en la mente respecto a mi práctica religiosa y quedé convencido de que de uno depende el todo en la vida.
Dios no ayuda mucho en ese aspecto, pero tampoco te frena.
Así que no hay que andar perdiendo el tiempo en tanto rezo, sino que hay que buscar la compañía de un amigo que te va a entender pero que te dejará hacer lo que tu sentido común determine.
Otro aspecto que me gustó fue el papel de los padres de hoy en día, mas como orientadores espirituales que como chamanes intocables que te llevarán a la felicidad eterna a través de la culpabilidad, al menos eso en la comunidad jesuita no existe.
Como dijo el padre, soy padre, no brujo.
Fue la frase que se llevó la jornada.
La otra es la confesión y su relación con la comunión, no es tan directa como yo venía considerandola tiempo atrás y es un acto de contrición muy personal.
Me llevó cosas buenas que reflexionar para futuro.
Con las perfecciones e imperfecciones mías, de la iglesia y de la vida misma.
El sábado a medio día ya estaba en la casa y en la noche me fui con la Beba a ver al grupo de excompañeros de la prepa que se reunen periódicamente.
Fue una reunión tranquila y muy local al estilo tampiqueño.
Luego le presté (regalé) dinero a la Beba para que lo fuera a tirar a las maquinitas ya entrada la madrugada.
El vicio del juego la invade y a las otras personas que están frente al monitor como autómatas también, no cabe duda que la adicción a lo que sea es un lazo que se vuelve una cadena.
Ver a Beba posesionada en el monitor me llamó la atención.
Inexpresiva, mecánica, drogada.
Me sentí como si estuviera en un cementerio con muertos vivientes, no me gustó nada haber ido.
Además que la acompañe como de 2 a 4 de la mañana y ya estaba pelas.
El domingo estuve tirado en la cama y aliviándome para regresarme al DF.
Las dos semanas restantes en Puebla, iniciando la segunda etapa de una manera lenta.
Ya empezó el francés y tengo clase de 7 a 8:30 de la mañana con una maestra bastante cuca, que es francesa y un grupo mas grande que el anterior.
No cabe duda de que al que madruga Dios lo ayuda ya que me rinde mucho más el día que cuando tomaba las clases en la noche.
El domingo pasado celebré mi cumpleaños con Memo, Fabiola y Rafael.
Me la pasé bien, acompañado y contento.
Tengo un asunto también de adicción que tengo que resolver ya.
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