Primera Comunión.

La gente en México siempre celebra el puente Guadalupe-Reyes, el cual va de la fecha del onomástico de la Virgen de Guadalupe hasta el día de Reyes, para ser mas precisos del 12 de diciembre al 6 de enero, 25 días en total.

Yo como soy contreras celebro el Reyes-Guadalupe o sea me aviento casi un año de puente.

El grado de efusividad de la gente siempre se manifiesta de diferentes maneras, pero me enfocaré en la plática a el entorno laboral.

Las autoridades, tienden a relajarse ya que ven que se les acaba la papa de su sexenio y ahora mas que nunca están amables con la idea de ganar sus últimas mordidas y de ver si la suerte les toca y repiten para el otro sexenio.
Las personas ahora son mas accesibles y no me hacen esperarlos tanto, el saludo de abrazo y las sonrisas están en boca de todos.
Es cuando yo aprovecho y empujo lo mas posible para tratar de sacar el mayor provecho a la negociación y que me den los permisos de la manera mas adecuada a los fines del negocio.
Yo llego en la mañana bañadito y decido vestir de negro o azul marino par que se concentren en verme a la cara.

El look que manejo en esta etapa es el del niño que va a hacer su primera comunión, con su carita de no rompo un plato y casi llego con mi vela y mi biblia al altar de la iglesia.
Les hago sentir a los funcionarios que son como mis padrinos y casi les digo que soy afortunado de que me hayan escogido como ahijado.

Me siento en sus oficinas y como a lo largo del tiempo ya me gané su confianza me pasan antes que a todos los demás y me siento en la butaca de sus despachos y me pongo a ver otras cosas para no perder el tiempo mientras ellos hacen muchas llamadas por teléfono o salen a ver asuntos de urgencia.
Yo me quedo sentadito, observando y esperando a que mi padrino regrese y me su bendición.

Casi las secretarias son como mis madrinas (porque la gran mayoría son amantes de mis padrinos) y me colman de atenciones y de cariño, dándome mi cafecito calientito con mi sobrecito de canderel, porque cuido la línea fashion.

A estas alturas del camino soy muy querido ya que ya les dí para su aguinaldo y la gente es muy cariñosa en México cuando les das para que te quieran, el amor en sí es interesado, pero es amor.

Lástima que ya se me van y que voy a tener que escoger nuevos padrinos el próximo año, por eso debo de avanzar mucho este mes para que el próximo sexenio me dedique a ver otros asuntos aparte de esta chamba.

Por lo pronto a tomar chocolatito y churros en mi fiesta de despedida.