miércoles, 9 de septiembre de 2020

Vulnerabilidad.....


 

En estas semanas pasadas y recientes, se han suscitado hechos en los que me sentí afectado en mi sistema de seguridad, esto es, me sentí vulnerable. El primer hecho fue en un retén policial, en el cual me pararon y me solicitaron la documentación de mi auto. Al mostrarla y ver que todo estaba en regla, el policía (un joven aprendiz de ratero), me solicitó mi licencia de conducir. Yo me percaté al sacarla que la tenía vencida por un mes y considerando que no es una falta mayor le dije al oficial que le agradecía el comentario y que la tramitaría de inmediato. Para lo cual el oficial me dijo que estaba infringiendo las reglas de tránsito y que iban a consignar mi automóvil, además que el costo del traslado por grúa me correspondía a mi. Fue tal mi reacción de sorpresa que le dije que traer la licencia vencida no es motivo para ese tipo de trato, además sin saberlo yo había salido una consignación de las autoridades en la cual se permite el uso de la licencia vencida hasta noviembre de este año debido al retraso burocrático provocado por el covid. Esto trajo consigo una fuerte discusión con el oficial, considerando los tiempos que estamos pasando en donde se supondría que usar el automóvil es una prioridad para usarlo en ayuda de emergencias (el cual es mi caso) y evitar salir lo más posible. Al oficial esto y nada le representó lo mismo y al ver que ya la discusión no tenía objeto recurrí a la dichosa mordida para salir adelante y evitar la supuesta confiscación de mi automóvil. El chiste me salió en 400 pesos, pero la molestia me duró una semana. 

A los dos días de este evento, en el video de seguridad de los condominios cercanos se grabó un intento de asalto o secuestro a la entrada del portal de uno de los condominios por parte un grupo armado que conducía dos automóviles. En el video se observa como las dos unidades persiguen al auto de la probable víctima la cual afortunadamente pudo ingresar de manera rápida en concordancia con el vigilante que le abrió la puerta rápidamente. Esto me impactó ya que por ese camino yo transito cotidianamente y el sentir que una cosa así me pudiese pasar me deja helado con un sentimiento de impotencia total. 

Por último el fin de semana pasado los nuevos vecinos del piso superior donde habito hicieron una fiesta que duró aproximadamente 12 horas. Esto es el ruido que ocasionaron fue algo muy molesto que no me dejo dormir y que me mantuvo despierto. Ruido de gente que aún no paga el derecho de piso, además usurparon la calle con los autos de los invitados, bloqueando la vialidad total. Esto trae como consiguiente que mi sensación de estar en un lugar agradable se haya perdido irremediablemente y me ponga muy escéptico respecto a si deseo vivir en este departamento que tanto me había acomodado. Tuve que hablar con el dueño del departamento para quejarme de sus inquilinos con lo cual no se si a futuro vayamos a tener una relación sana. Por lo pronto la santa paz que había al no tener vecinos en el departamento superior terminó por el ruido permanente de los niños que lo habitan. 

Este sentimiento me provoca desilusión. rabia, temor y desilusión van directamente contra mi sistema de seguridad el cual el mes pasado era normal. El verse afectado en la vulnerabilidad irrumpe en la desconfianza, la injusticia impera en este mundo caótico del cual hay que vivir mirando a todos lados para que no se avecine la maldad. Se de lo que estoy forjado y no tengo temor, se que la garra saldrá adelante y se que debo ser prudente para no verme afectado. Debo encontrar la manera creativa de resolver las cosas y tratar de paliar los miedos instantáneos que se presentan en el acto. Hay que ser dúctil para tratar de ser firme.... No tengo miedo, ni estoy desencantado, solo fue un bache que no ví en el camino....

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