esta última semana no me había dado cuenta de la falta que van a tener los Fernández de Pilar, y como un vendaval de dolor, algo de ese dolor me cayó hoy.
No me había percatado de su falta, pero ahora que vienen sus cenizas de Alemania y que llegan mañana a Tampico con Markus, tengo esa pesadez de la tristeza, de la impotencia, del dolor.
Hoy me siento lento, apático y triste.
No me sale el llanto, solamente todo se mueve muy lento.
pasmosamente lento.
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