Se me manifestó en la mañana a las ocho y tantos en un oxxo.
Yo estaba comprando café con Tomás y un ángel se apareció.
Me pasó por un lado y me observaba con detenimiento.
Su mirada me enviaba un mensaje.
Era un mensaje divino, escrupuloso, tierno.
Esa mirada me atrapó y yo me quedé quieto.
Nos mirábamos los dos y yo sentía la energía.
De pronto ese ángel se salió y se alejó en su auto.
Yo me quedé pensando frío, confundido y exasperado, después triste.
¿Cuanto tiempo te vas a dar para seguir con la misma actitud?
¿No es mejor un cambio total, radical, de base, de raíz, a seguir con ese dolor tan profundo que se repite una y otra vez?
¿Cuando van a cambiar las cosas realmente?
¿Cuando?
¿Cuando te vas a curar?
de ese dolor del alma, de esa pena.
de ese alcoholismo.
de esa muerte en vida.
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