Lunes festivo.....

en mi casa.

Ayer llegué, decidí venirme en autobús como a medio día porque ya no me gusta manejar en la carretera, después de ver tanto accidente.

El sábado fui a jugar una cascarita de basket en Puebla y ahora si ya jugué mejor, porque apoyé bien en la defensa y tiré algunos intentos a la canasta, no entro ninguno, pero distribuí bastante juego y defendí bien.
Siento que estoy agarrando buen ritmo y solo falta respirar mejor para que la pelota empiece a entrar a ritmo de partido, es cuestión de paciencia.
Después me fui a la oficina un rato a ordenar papeles (y la mente) y por la tarde noche me fui a ver partidos de basket y fut al Caliente, todo bien y tranquilo.

El domingo salí a hacer un poco de ejercicio, en donde en la cancha se me acercó un loquito a platicar de puras cosas medio disparatadas, como que el conocía a Michael Jordan porque alguna vez Michael lo visitó al hospital después de que tuvo un accidente con un caballo al montar ????.
Solo saca mi cerebro del frasco.

Después de arreglarme me fui a la CAPU y tomé el autobús a la central de Tasqueña.
Compré un periódico con la idea de irlo leyendo, pero la película que pasaron me interesó y la vi.
Pasaron Ratatouille y me gustó la trama, una escena que disfruté mucho es cuando el Crítico analiza el plato de Ratatouille y hace una introspección hacía su niñez. Se me hizo una escena muy profunda y maravillosa.

Llegué a la casa como a las doce y vi que una llanta de mi auto estaba ponchada, decidí cambiarla y llevarla a la vulcanizadora para la reparación.

Regresé y me fui en taxi a Santa Fe para ir a comer con Memo y su esposa, nos reunimos en el restaurante de comida peruana conocido como La Mar.
Pedimos varios platillos al centro, cebiches al chipotle y de callo de hacha, arroz limeño, marlin a la plancha, mariscada a la mantequilla.
Fue un verdadero manjar esa comida, la disfruté mucho y disfruté la compañía también.

Después me regresé a mi casa ya entrada la noche y me fui a acostar.

Hoy me levanté algo crudito, pero rico, me bañé y fui por la llanta a la vulcanizadora, me dijeron que me esperara una hora más por lo que decidí irme a comer a una pozolería que esta muy cerca.
También disfruté el pozole de pollo deshebrado, las tostaditas con crema y la salsita que le daba muy buen sabor.
Después de comer me fui al super y ahí vi dos mujeres muy atractivas, una de ellas morena con ojos verdes y me dejó significativamente impactado con su belleza.

Salí de ahí y me regresé a la vulcanizadora a que me pusieran la llanta ya arreglada, y en estos momentos ya casi siendo las cuatro de la tarde estoy en mi despacho casero.

Estoy analizando el comprar un departamento de los que estamos construyendo en la colonia del valle o una de las casas de Tultitlán utilizando mi crédito del Infonavit ya que quiero rentarlo como inversión.

Estoy a gusto, la operación de mi papá aparentemente fue exitosa y solo tiene las molestias propias de la convalecencia, cuando vaya para allá le voy a comprar una televisión de pantalla plana.

Algo de desesperanza cruza por mi mente, algo de tristeza tenue me provoca el paso del tiempo en mis papás, en mis amigos, en la ciudad.

Este año me he sentido solo, como en una reflexión con la que no me había topado. Con la sensación de que he perdido mucho tiempo, que ha sido mucho desperdicio de tiempo.

Algo así como el pensamiento del crítico de Ratatouille.

Algo profundo y doloroso.