resistir el mundo en el que viviste y que se cayó,
tampoco el vivir como perro miserable a salto de mata,
ni el pensar que algo terrible le pudiera pasar a tu familia,
a tu nieta,
a tus hijas.
no creo que hubieras podido reprimirte la ira,
y que hubieras salido a la calle a reclamar,
y que hubieras pagado las consecuencias,
de vivir en un país tan corrupto y cochino,
donde la sociedad está oprimida y sin ganas de protestar,
porque aquí todo es turbio.
tampoco creo que hubieras tenido ganas de dejar tu casa,
la que con mucho esfuerzo construiste,
para vivir una vida digna de descanso después de tantos años de trabajo,
y ver que cualquier día pudiera ser profanada,
como un diario de terror que se veía tan lejano.
creo que todo eso te hubiera doblado,
esos fueron los primeros síntomas de tu depresión,
y de tu deterioro de salud,
porque ya sentías lo que se venía.
y te sentías impotente ante tanta mierda.
tu que siempre luchaste y declaraste la guerra a la injusticia,
a la falta de moral,
con tu palabra, con tus actos a veces arriesgados,
a veces impertinentes,
pero siempre con la idea de defender tus ideales,
en una tierra donde ya no hay ideales,
solo violencia, veneno y muerte.
En la reflexión de las cosas esto es lo primero que se me viene,
que bueno que te fuiste antes que pasara todo esto,
y que bueno que ya no estés acá,
en este infierno en vida.
aunque te extraño.
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