Todavía no conozco persona alguna que no deba de cumplir sus compromisos, pagar sus cuentas y llegar a tiempo.
Aún en los entornos mas adinerados, las personas tienen que cumplir sus compromisos.
En cualquier nivel socioeconómico, religioso o político a todos les toca su labor diaria para emprender proyectos personales y cumplir con ellos.
Entonces me viene la pregunta.
¿Porque nos enfadamos en hacer nuestra labor, en cumplir nuestro compromiso o en llegar a tiempo a esa responsabilidad?
Esa contradicción de la evasión, del dejar de hacer, con la idea de posponer las cosas hace que en muchas ocasiones el problema se agolpe, se aglutine.
Pero de todos modos seguirá ahí.
Eso es real, el problema, la labor, la tarea seguirán ahí y mas vale que pongas la intención de resolverla a tiempo porque hoy en día es cuestión de elección de otros que tu no estés ahí para resolver el problema.
Desatender los asuntos laborales y personales, estancan el cerebro en una codependencia hacía la no actividad, hacia la inmovilidad.
No es la cuestión de obtener grandes logros inmediatos, las tareas requieren acciones paso a paso, día a día, mes a mes.
Evidentemente la vida llega a ser rutinaria, pero dentro de esa rutina está la vida.
No puede uno vivir una vida plena si uno no cumple con lo que cada uno se comprometió.
Ya sea vender plumas o vender navíos inmensos.
No es cuestión de la opinión de los demás acerca de la vida de uno, los demás tienen sus propios problemas y asuntos que resolver.
Deja a los demás que se dediquen a lo suyo y tu, tu dedícate a lo tuyo.....
pero no mañana, ni pasado mañana.
ahora.
1 comentario:
uy creo que yo estoy esperando mi estado de cuenta e ir con mi contador...
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