La semana pasada fue un desastre.
Me sobreentrené, me cansé y corté el proceso gradual de entrenamiento.
Lo acepto, me dejé llevar por el yo las puedo y tuve que pagar las consecuencias de mis actos.
El viernes estaba completamente tronado, adolorido, cansado, con mucha hambre y deshidratado.
Y sobretodo agresivo.
Cuanta razón tiene el video del sobreentrenamiento, es una joya que deberé escuchar una y otra vez.
En ningún video o lectura había encontrado lo que andaba buscando, mis síntomas.
"Sobreentrenamiento, no es entrenamiento" y si no es entrenamiento no sirve.
No es malo, pero es un error con el que hay que cargar las consecuencias.
He iniciado sin reestricción en la comida, pero he ido comiendo mas regularmente. Ya encontraré la manera de equilibrar las calorías adecuadas con la carrera.
Estoy descubriendo que me encanta el agua y estoy adaptándome a su sabor. Por lo anterior estoy reduciendo el beber refrescos y me he sentido mucho mejor.
Lo anterior lo descubrí a raíz de mi deshidratación.
El agua ha sido un buen factor de inicio y se compensa bien con los licuados y los jugos.
Buenos sandwiches de jamón de pavo y atún con verduras.
Jugos combinados, verdes, de naranja con guayaba, de zanahoria, etc.
Buscando el ritmo entre la comida, el descanso, el ejercicio, el sueño, el trabajo y la meditación.
Estoy iniciando en un proceso de aprendizaje con experiencia y con decisión de aprender a conocerme.
Carreras intercaladas con descanso.
Carreras cortas con ritmo descansado.
Descanso.
Nadadas cortas por hacer. Mucho cuidado deberé tener en esta disciplina que es muy engañosa.
No quiero sobreentrenarme, quiero seguir buscando el ritmo. Se que me espera ahí, se que lo encontraré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario