Hoy es uno de esos extraños días en los que debido al avance en las gestiones y negociaciones, en donde los permisos están a punto de salir y casi se llega a la meta, tengo tiempo libre.
Que maravilloso es el tiempo libre en un día normal de trabajo, sirve para reflexionar muchas cosas y siento que reflexionar de una manera más realista que en los días de vacaciones de fina de año, en donde la perspectiva esta mas alterada por el cansancio y el ambiente algo "fantasioso" que le rodea.
Tener tiempo en jueves, en un hotel, en una ciudad bella y ser un completo desconocido es maravilloso, además en una fecha más normal, en donde la gente está ocupada en sus asuntos y no hay el bombardeo de ser feliz comercialmente hablando con calles congestionadas y el ir de prisa a todos lados.
Este día es como uno oasis, es una oda a la libertad y el apreciar tranquilamente lo maravilloso que es tomar un café con una magdalena (imitando a Marcel Proust), caminar por calles empedradas, sentir el sol y respirar aire puro.
En estos momentos estoy escribiendo este post y la vista es una maravillosa iglesia (de esas que sobran en Puebla), sin ruido ya que casi no hay huéspedes en el hotel.
Realmente siento que hay mucho estrés en navidad, el viajar a ver a los familiares, la cena, los cambios de horario y de comida, los recuerdos, los problemas, ciertos pensamientos extraños, la reflexión incesante, hacen que sea un periodo muy intenso y difícil de reponer en enero. Siento que por eso se menciona "la cuesta de enero".
A mi en particular la melancolía me pega muy fuerte cuando regreso a mi casa, ya solo, en mi cuarto, es como tratar de recuperar un tiempo (Otra vez Proust) que ya se fue.
Un tiempo para dar amor, para disfrutar, para soñar, para retornar a la juventud, a los amigos que ya no están, a los padres, a la ciudad en donde uno vivió épocas bellas, PERO QUE YA NO SON LO MISMO QUE HOY.
Siento que debo de caminar más despacio y tratar de tomar más períodos de relajación y no dejarlos pasar a dos o tres fechas al año.
Sino disfrutar mas los tiempos muertos y no estar tan encerrado conmigo mismo.
Estoy interesado en aprender yoga o técnicas de meditación y también en aprender mejores hábitos de alimentación y relajación.
Definitivamente ya dejé las carreras y voy a ser el ejercicio con menor intensidad y fuerza.
En cuanto al trabajo se viene mucho afortunadamente, con retos ya que la compañía tiene planes de expansión y crecimiento, y debido a mis resultados voy a ser tomado en cuenta para la toma de decisiones y acciones importantes del negocio.
Pero bueno, hoy voy a caminar por el centro y voy a sentarme a estar tranquilo el día de hoy, porque días como estos no se dan muy a menudo.
Que maravilloso es el tiempo libre en un día normal de trabajo, sirve para reflexionar muchas cosas y siento que reflexionar de una manera más realista que en los días de vacaciones de fina de año, en donde la perspectiva esta mas alterada por el cansancio y el ambiente algo "fantasioso" que le rodea.
Tener tiempo en jueves, en un hotel, en una ciudad bella y ser un completo desconocido es maravilloso, además en una fecha más normal, en donde la gente está ocupada en sus asuntos y no hay el bombardeo de ser feliz comercialmente hablando con calles congestionadas y el ir de prisa a todos lados.
Este día es como uno oasis, es una oda a la libertad y el apreciar tranquilamente lo maravilloso que es tomar un café con una magdalena (imitando a Marcel Proust), caminar por calles empedradas, sentir el sol y respirar aire puro.
En estos momentos estoy escribiendo este post y la vista es una maravillosa iglesia (de esas que sobran en Puebla), sin ruido ya que casi no hay huéspedes en el hotel.
Realmente siento que hay mucho estrés en navidad, el viajar a ver a los familiares, la cena, los cambios de horario y de comida, los recuerdos, los problemas, ciertos pensamientos extraños, la reflexión incesante, hacen que sea un periodo muy intenso y difícil de reponer en enero. Siento que por eso se menciona "la cuesta de enero".
A mi en particular la melancolía me pega muy fuerte cuando regreso a mi casa, ya solo, en mi cuarto, es como tratar de recuperar un tiempo (Otra vez Proust) que ya se fue.
Un tiempo para dar amor, para disfrutar, para soñar, para retornar a la juventud, a los amigos que ya no están, a los padres, a la ciudad en donde uno vivió épocas bellas, PERO QUE YA NO SON LO MISMO QUE HOY.
Siento que debo de caminar más despacio y tratar de tomar más períodos de relajación y no dejarlos pasar a dos o tres fechas al año.
Sino disfrutar mas los tiempos muertos y no estar tan encerrado conmigo mismo.
Estoy interesado en aprender yoga o técnicas de meditación y también en aprender mejores hábitos de alimentación y relajación.
Definitivamente ya dejé las carreras y voy a ser el ejercicio con menor intensidad y fuerza.
En cuanto al trabajo se viene mucho afortunadamente, con retos ya que la compañía tiene planes de expansión y crecimiento, y debido a mis resultados voy a ser tomado en cuenta para la toma de decisiones y acciones importantes del negocio.
Pero bueno, hoy voy a caminar por el centro y voy a sentarme a estar tranquilo el día de hoy, porque días como estos no se dan muy a menudo.
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