Introspección.

Ayer ya entrada la noche tuve un momento de introspección muy profundo, en el cual se puede decir que me fui a tres grandes etapas de mi vida.
Puntos muy claros de mi niñez, adolescencia y juventud, en los cuales vi como en una película, momentos críticos de lo que fue mi desarrollo conductual al día de hoy.

En estos momentos de crisis, se me revelaron varios mensajes, ya que no estaba dormido, solamente fue una introspección que me atrapo en un lapso largo de tiempo.
Fue una profunda reflexión de momentos que fueron y que han forjado mi personalidad.

Todo fue muy claro, el porque de las cosas, la negación de otras y sobretodo los momentos que se pueden mejorar de hoy hacia el futuro en todos los aspectos que se están desarrollando o que vendrán.

No fue un viaje al pasado, solamente para recordar ciertos momentos. Este fue un viaje de búsqueda para tomar literalmente los tumores que han venido dañando mi relación con el mundo presente.
Fue algo muy cansado, fue muy simple el ir, pero el regresar con toda esa carga fue algo durísimo.

Valiosas experiencias en terapias me han servido para hacer este tipo de análisis, pero este en particular me dejo una huella profunda.

Es el momento de mejora, de proceso continuo y de enfrentar las adversidades con la mejor templanza posible, y también es el momento de pisar fuerte y aceptar las cosas como son, mejorar sobretodo los aspectos de comunicación y relación humana.
Pero también viene el momento del perdonarse muchas cosas y convencerse de que no todo ha sido negativo, que también han habido momentos de plenitud humana.

Me siento muy fatigado, pero me siento tranquilo, por algo sucedió esto que ni tenía planteado.

Habrá que caminar este camino duro, con sentido humano.