martes, 19 de octubre de 2010

Desdeñar.

La acción de desdeñar es el acontecimiento bajo el cual ante la imposibilidad de obtener algo, se renuncia a él, se le resta la importancia que en cierto momento tenía para nosotros.
Es dejar un cosa, ponerle la importancia real que tiene y que alguna vez fue importante para nosotros sin que nos afecte.
Un empleo, un negocio, una relación, un amigo, dinero, una casa, un lugar...

Una vez tuve el deseo de algo y ante la imposibilidad de obtenerlo lo puse en el lugar en mis necesidades de tal manera que su no obtención o renuncia signifique un alivio, un desdén y no me afecte en cuanto a mi estado de ánimo.

Hoy en día siento que la necesidad obsesiva por obtener cosas o satisfacer necesidades hacen que desdeñar sea muy difícil para unas personas.
El saber dejar a tiempo resulta una experiencia muy dura para las personas que no saben dejar atrás momentos irrepetibles y que ya no volverán.

El desdeñar no es una opción, bueno si lo es en relación a la decisión de tomar una actitud sana y evitar un comportamiento enfermizo de vació.
Me refiero a que no es una opción porque muchas veces el hecho sucedió y es irreparable la pérdida, como por ejemplo podía ser la pérdida de un ser querido, un divorcio o un mal negocio en donde se perdió dinero o patrimonio. Por lo tanto el saber dejar pasar es una situación que aunque no se quiera tendrá que ser porque ya no se volverá a tener un estado inalterado como probablemente se cuido con mucho esfuerzo.

A mí el proceso de desdeñar ha sido un proceso que al principio fue doloroso, las pérdidas me afectaban de sobremanera, los desaires, el ya no estar considerado para algo o para alguien. Todo es un aprendizaje diario en el cual uno va dejando cosas o situaciones. La vida en si es desdeñar la niñez, la juventud, los padres y los hermanos, el hogar familiar.

Todo forma parte de un pasado que fue, y lo que importa es lo que deja cada aprendizaje, para lo que sirven las cosas materiales o lo que fueron las relaciones son experiencias que van forjando el criterio de uno, el manejo de las acciones y la superación espiritual de los nuevos hechos.

Los nuevos deseos se presentan, existe una variedad de posibilidades y caminos por descubrir.

Nuevos lugares, nuevas rutas, nuevos destinos siempre aparecen para ser considerados y tomados en cuenta.

Siento que el desapego de las cosas es fundamental para poder vivir, para adentrarse en nuevas ideas y nuevos esquemas de vida.

Nada es permanente y todo es dinámico.

La estatisidad del pensamiento oxida y provoca concentraciones innecesarias de energía negativa.

La negatividad enferma.

1 comentario:

Jo dijo...

ultimamente con respecto a desdeñar o no... me lo pienso y no le coloco ese adjetivo

simplemente me canso de luchar

y abandono
y si aparece un sentimiento...

lo mato.

asi de tajo!
zas!!!!



yaaaaa!