Esos labios carnosos,
apetitosos,
llenos de dulzura,
como unos duraznos,
jugosos y carnosos,
llenos de agua,
y de miel.
así son sus labios carnosos,
jugosos,
deliciosos.
y están ahí,
a punto de caerse del árbol,
listos para recogerlos,
para comerlos,
para chuparlos,
para saborearlos.
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