No es por prejuiciar, pero cuando una chavita se te sienta en frente y viene enseñando teta en un rico escote con una blusa de tigre, es que realmente sabe lo que tiene.
Conversando por teléfono se hace la distraida pero bien que observa mis movimientos.
Hoy es lunes y me siento algo adolorido del cuerpo, no tengo ganas de ir a su mesa a pedirle un cigarro para iniciar la conversación.
Hoy estoy apático, no me quejo, ni tampoco digo que se me va la vida como agua en coladera.
Al menos hoy me generó la tensión para tratar de buscar.
Espero encontrarme en otro estado de ánimo cuando la vuelva a ver.
Por otro lado, estoy sorprendido de la claridad de esta foto, con la cámara del teléfono.
No cabe duda que la tecnología nos tiene encerrados en una despersonalización total.
En fin....
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