No hay necesidad de desgastarse en pensamientos fatuos, ni vergonzosos.
El perseguir imposibles es una trampa del raciocinio. Ir tras ellas es una innoble tarea infructuosa si al final de cuentas se sabe que la batalla está perdida. Es mejor recular a tiempo. No meterse en problemas. No lo sé. Probablemente sea mejor ser mas cínico, mas frontal, mas desinteresado en la derrota, en la pérdida.
El ser debe buscar los sueños imposibles, vivir para ellos, saber posponer los dolores, los sufrimientos, las privaciones que se interponen en el camino. Hacer o no hacer?, dejar pasar? luego confrontar, buscar y atacar nuevas posibilidades?
El sexo, siempre el sexo, causa de las tribulaciones del pensamiento, del sentimiento.
La mujer, ese demonio divino que maneja irracionalmente lo que quiere, decidiendo a quién abrirá las piernas y a quién no.....
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