la crisma, la madre....
Hoy me tocó entrenamiento en pavimento, y para tal efecto tengo que sortear entre otras cosas baches, perros, charcos, vehículos y sobretodo banquetas con diferentes inclinaciones, las cuales son horizontales, inclinadas hacia la derecha o hacia la izquierda según sea la dirección en la que vaya, además hay trampas mortales que se forman con pequeñas salientes de las losetas de las banquetas, las cuales si no se presta atención se puede tropezar la punta del tenis con ellas y si viene uno rápido se puede caer uno de boca directamente al suelo o a un poste que se cruce en el vuelo de la caída.
Este tipo de accidente ocasiona en algunos casos lesiones que van desde torceduras de tobillo, luxaciones en la rodilla, raspones y golpes fuertes que en general hacen que sea muy doloroso y tardado el proceso de recuperación.
Hoy temprano en la mañana, por pasar frente a la escuela a unos chavos, no vi esa loseta infernal y casi caí de boca al pavimento, afortunadamente la fuerza de mis piernas me mantuvieron estable, tuve que meter duro la espina dorsal y los pies, tuve que esprintear en un espacio muy reducido y complicado ya que está la rampa del puente peatonal, una reja de acero y un poste de luz.
Giré el tronco, como jorobado tuve que correr y como señalé antes meter el pie.
Ya recuperado el paso, proseguí mi camino, pero instintivamente tuve que bajar el ritmo, el paso ya no fue tan confiado y llegué a la casa con un dolor profundo en la cintura, me dolió unas semanas y fue menguando con el tiempo.
Estos son gajes del oficio que uno debe contemplar cuando decide correr en la calle.
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