en la Condesa.
Los chilenos, hablan un ratito y se callan un ratote, como que les da pena o dar una opinión o comprometerse so pena de o ser criticados o ser rechazados.
Los cubanos, están galaneando y hablan como merolicos toda la noche, les gusta acercarse y tocarte, no dejan de verle o el culo o las bubis a tu novia, te hablan de la gran hermandad de los pueblos latinoamericanos y esperan bajarte a tu chava.
Los argentinos, están esperando ser admirados y hablan como merolicos toda la noche, les gusta que te les acerques y te dicen lo maravilloso que es ser argentino y que Argentina es casí el paraíso terrenal que un día volverá a ser lo que siempre ha sido, ¡lo más grande!.
Los uruguayos, son como argentinos pero antiguos, son muy educados y son tímidos.
Los colombianos son atentos y educados, pero te pueden ofrecer coca o metértela a tu bolsa si te descuidas.
Los rusos, son unos verdaderos mafiosos demoníacos.
Los mexicanos, son lacayos y ladinos, esperan y esperan especulando todo el tiempo.
Y todos absolutamente todos son chilangos, pero no lo reconocen.
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