Es fácil comprobar la capacidad de respuesta bajo presión de la gente en base a su movilidad ante lo inesperado, ante el miedo.
Muchas personas sucumben ante el miedo, se apanican, se ahogan, se pierden.
Yo siento que una persona con mas amor propio, seguridad personal y aplomo, puede resistir embates de miedo que una persona con rasgos diferentes. Pero aun así hay situaciones que hasta el mas fuerte y el mas pintado dudan y en esa duda el miedo se apodera de ellos para hacerlos sentir ese miedo que se va apoderando hasta derrotarte.
Por eso yo admiro a los mártires, que durante épocas de la expansión del catolicismo sucumbieron a terribles castigos y torturas pero nunca claudicaron en su fe.
Que lejos estamos ahora de esos mártires, ahora el miedo es el dominador y la gente sucumbe a cualquier cosa.
No hablo de situaciones terribles como el estar en la hoguera o ir a la horca o ser linchado o mutilado, hablo de situaciones cotidianas como no ser aceptado por el grupo social al cual se quiere pertenecer, por varios motivos posibles entre los que se encuentran el no tener trabajo, el estar obeso o muy flaco, el no tener x o y cuestión material para marcar esa diferencia que a su ves no es una diferencia sino un comunismo en donde todos piensan, visten y hablan igual.
A veces me pregunto que tanto miedo es el que día a día nos envuelve por cualquier causa o motivo?
Yo lo evalúo fundamentalmente en la comprobación sencilla de ver que tan voluble es la gente y que tan fácil cae en la depresión, que tan rápido adquiere un mal hábito o manía y que tan poco productiva se vuelve la gente por cualquier razón.
La despersonalización hace que en los blogs nos manifestemos de cualquier razón pero en general los artículos relativos a un mal sentir son mas generales que el desbordamiento de una felicidad, y si esta felicidad se manifiesta es porque es parte de una manía, como el sexo, la gula y la adicción a las relaciones codependientes y compulsivas.
La magnificencia de la utilización del teléfono celular, del Internet en los chats o en las redes sociales y cualquier otro medio de manifestar la necesidad de escuchar quejas hacen que probablemente en la red sideral se escuche el lamento general de la raza humana como un eco apagado de tanta tristeza y agotamiento.
Es tan difícil vencer este tipo de miedos?
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