No propiamente es un viernes social, tampoco es un viernes de mucho trabajo.
He estado vegetando en la oficina, cibernavegando por aquí y por allá, como es mi costumbre adictiva cuando no se como comenzar algo o cuando estoy desesperado por no poder encontrar mi posición.
Pero bueno llegar siempre aquí hace que produzca al menos un escrito y me concentre en algo.
La concentración tan importante a veces se pierde con tantas ideas en la cabeza. Esa sensación de no avanzar me produce letargos y desánimos a veces prolongados de tiempo.
Pero bueno se reconocer estos lapsos y ahora trataré de seguir adelante.
Definitivamente encontrar la justificación de hacer las cosas me contraria a veces profundamente. Debo aligerar la carga emocional y tratar de continuar sin tanto equipaje mental.
Tengo que reconocer que realmente me evado mucho tiempo, mi mente va de aquí para allá, con pensamientos sin ton ni son. Como si esos pensamientos fueran una pelota que rebota interminablemente en mi capa craneana y no me dejará pensar una cosa a la vez, el remolino de ideas absurdas se viene y va una y otra vez.
Pero bueno ya identificado el problema es tiempo de recomenzar una vez mas.
Definir ciertos parámetros para seguir con el programa general de lo planeado, que como siempre considera una parte física y una emocional.
Ni mucho físico ni mucho emocional.
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