Hoy me levanté de mi cama y me volví a acostar con un sentido de inspiración divina.
No hay sentido si no hay orden y el orden produce claridad.
Pensar con orden es la base de aclarar las ideas y definir el camino y procurar el sentimiento armónico, sofisticado, libre y señorial que se requiere para vivir esta complicada o simple vida que nos tocó vivir.
Tomo un té al escribir este post y me doy cuenta que el dormir bien es el resultado del análisis del porqué no podía conciliar el sueño.
La cafeína del café, del refresco provocan males cerebrales,
El alcohol en cualquier proporción y medida, de cualquier bebida también,
Los alimentos mal procesados, indigestos, las cenas tarde son veneno,
El brillo de luz de la pantalla del ipad es otro factor.
Pero bueno depende de uno seguir en el camino a largos plazos.
Las metas deben ser evaluadas a largos plazos, porque se deben madurar las heridas, los dolores, y las cicatrices deben cerrar.
Esto no ocurre en cortos plazos, no son soluciones inmediatas, todo es parte de un proceso de vida.
La idea de disfrutar cada cosa que se hace parte del sentido de que el tiempo es una variable que no debe controlar el sueño, la idea, la postura, la posición.
Sentirse bien, para vivir bien es la idea medular de resolver los problemas.
Es inexistente la idea de que las oportunidades no se presentan y que nunca volverán, esto es un mito, las oportunidades son vastas y suficientes en la vida del ser humano que piensa con orden, con ritmo, con pauta y sobretodo con constancia.
El factor tiempo es una variable constante, ficticia, que no produce mejoría alguna.
Las pastillas, los sobreentrenamientos, el ansia, son resultado de luchar contra el factor tiempo.
El espacio es la variable fundamental, la que existe, el espacio define nuestro lugar en el tiempo, nuestra inmatierialidad y nuestra espiritualidad.
orden divino dentro del caos del tiempo.
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