lunes, 26 de noviembre de 2018

Una trampa para el cerebro.

El tiempo presente es la catarsis que en muchos casos de manera utópica uno desea que permanentemente se deposite en los pensamientos que nuestro cerebro genera.
Como engañar a ese tejido misterioso que en cierto sentido nos domina en el día a día, con pensamientos destructivos, generando apatía y tristeza?.
Es importante generar una fantasía, un sueño, un mundo paralelo para engañarlo, para someterlo en ciertas pautas temporales y esporádicas cuando uno esta realmente abatido por el peso de la depresión.
A veces es necesario evadirse, tomar alcohol, comer, fumar, masturbarse, lo que sea necesario para salir avante y no sumirse en ese mar oscuro.

Formaré una idea basada en mis propios estereotipos, en imagen, en el sentido de burguesía, en la clase, el jazz, la música clásica, el vino tinto, el bluf, el buen vivir, el buen comer, el crear.

La modulación de la voz, el caminar, el lustrar el calzado, el evitar a las masas, el estar bien, sereno, sin emitir juicios de valor públicos, que denoten, el escudriñar, investigar, es sucumbir peleando, el vivir el hoy, el ahora, el tiempo presente......

Basta de lacerarse.....

Regresemos al tiempo de la pasión,
también regresemos al mundo de lo impensable de lo imposible,
donde los sueños son parte fundamental del inicio del todo,
donde la acción fluya inconmensurablemente,
donde sin importar el resultado siempre se gane,
porque vivir es ganar,
porque vivir es no renunciar a levantarse fresco,
para correr, para meditar, para servir,
sírvete, y vive tu vida que es lo único que tienes.
vívela solo por una vez y de vez en vez
de paso a paso,
no importa si el camino es liso o llano,
simplemente el camino es para correr......