lunes, 14 de septiembre de 2020

Premoniciones (una y otra vez.....)

 Las premoniciones se repiten desde niño, el presentir que algo va a ocurrir y luego comprobar que esto ocurre ya no me sorprende. Dentro de mi anonimato yo solo se que no se nada.....

Nunca he divulgado, o solamente lo he hecho vagamente sin reforzar lo que me ha acontecido, pero bueno ya es una característica que observo como parte de mi vida y ya lo considero normal.

1. Después de mucho años no sabía de la vida de el famoso Eddy, pero de pronto y dentro de los portales de las redes sociales, me buscó por el face. Realmente nunca fui amigo de él, ni cercano, ni lejano. Simplemente no fui su amigo, nunca compartí nada y nunca tuvimos algo en común, salvo aquella noche en la ciudad de León que por azares del destino fuimos asignados a la misa habitación para dormir antes de jugar los partidos de los dichosos interjesuiticos.

Quién dijera que esa noche se aparecería en la habitación el que sería posteriormente el Sub Marcos. En ese tiempo era un estudiante universitario y esa noche acudió a nuestra habitación porque visitaba a su hermano que también estaba acomodado con nosotros.

Fue una noche insoportable de luz prendida y una voz que nunca cesaba de parlotear de los movimientos sociales y de izquierda que según la mente de él, estaban por venirse.....

Quién dijera que unos años después todo se materializaría en el país, pero bueno esto no es el tema de mi plática.

Ese momento fue único y no se volvió a repetir. Se puede decir que la cercanía con Eddy fueron esas 10 o 12 horas nocturnas y no volví a saber de él, hasta el pasado jueves.

Cabe aclarar que hace un mes me solicitó amistad pero yo me negué a aceptarlo desechado su solicitud. Realmente no tengo muchos amigos en ese portal y no me gusta estar compartiendo ideas o mensajes familiares con un círculo muy amplio. Solamente lo tengo casi como referencia familiar.

Después me vino un dejo de remordimiento y yo le solicité amistad y me aceptó inmediatamente, de hecho como dije fue el pasado jueves en la noche y de ahí me buscó para conversar en el chat.

Realmente conversamos cosas muy particulares, como que ha sido de tu vida, a que te dedicas, dónde vives. Un chat de no mas de 10 renglones, escueto, simple y llano.

 Después de esa platica sentí una cierta energía de algo, esa picazón de siempre. Algo en mi cuerpo me decía que lo volviese a buscar para comentar esa anécdota del pasado, no lo sé, solo para reforzar en mi su percepción de esa noche. Siempre me intrigó pensar que significó para él. Siempre tuve esa duda.

Duda que quedará toda la vida porque hoy me comentaron que falleció.

Realmente hoy me sentí desganado con el hecho, por la inmediatez, por la huella que siempre queda cuando el cuerpo me dice que el escozor se viene, que el sabor amargo me invadirá.

Sueño y letargo me provocan esos sentimientos y emociones.

2. La semana pasada pensé en el sentido racionalista e integrador de Hegel en su fenomenología del espíritu, el absoluto como sujeto. Y en Spinoza del absoluto como sustancia.

La  relación del movimiento dialéctico en todo lo presente.

Lo pensé al secarme con la toalla y pensar como la energía como sustancia al quitarme el agua del cuerpo.

No es que piense seguido en Hegel pero ese día me llegó al cerebro.

Algo me decía que eso me llevaría a otra cosa.

Inmediatamente después me entero de la vida del científico desaparecido Jacobo Gringberg y encuentro similitudes. 

La evolución del pensamiento, lo telepático, las premoniciones.

Porque se manifiestan? 

Porqué se realizan?

Son dudas que me quedarán toda la vida.......



 



 


sábado, 12 de septiembre de 2020

Visionario......


 En el año de 1981 probablemente se me ocurrió experimentar con mis hábitos.

Simultáneamente y decidí correr largas distancias y comer lo menos posible en el día.

La razón fundamental es que nuevos cambios en mi vida se daban de manera veloz y no me podía adaptar, no podía hacer el ajuste emocional y físico para sobrellevar las múltiples actividades en escenarios diversos y complejos.

Eran mis primeros años en una universidad que por su estructura pedagógica nadamás no podría encontrarle el ritmo. Nueva ciudad, nuevos compañeros, nueva casa, nuevos hábitos de comida y de sueño. Malestar familiar general por el cambio, tiempos que fueron muy caóticos y difíciles.

Todo esto dio por consiguiente que no pudiera simplemente con todo, ni estudios, ni amigos, ni armonía familiar, ni gusto por el nuevo entorno hicieron que mi rendimiento se desplomara como nunca me había pasado. Un caos total como ya dije.

De pronto regresé a mi base deportiva y traté de integrarme a un equipo de futbol, evidentemente muy bajo de forma ni siquiera me pelaban al llegar al campo y pasé casi una temporada en la banca.

Mucha frustración, mucho coraje con mis padres y enojo conmigo mismo, simplemente no estaba acostumbrado a no rendir, a no tener buenas calificaciones, vaya que perdido me encontraba.

Decidí solamente correr y comer menos. No se porqué lo hice, no precisamente fue algo planeado, ni tampoco fue un acto de vanidad. Realmente era una tarea que tenía objetivos. Había dos parámetros de medición la distancia y el peso en báscula.

Decidí darme da baja en casi todas las materias escolares, literalmente no iba a la universidad.

Sólo deje las materias fáciles para avocarme a esta obligación nueva. Correr largas distancias y comer menos.

Llegar a mi circuito implicaba solo cruzarme la calle, esto es mi circuito de carrera estaba a 6.5 metros de la puerta de mi casa. Un escenario privilegiado, una mesa de 1.5 kms de largo, recta, ancha y sobretodo empastada. Un jardín irlandés óptimo para la carrera larga y pausada. La meta? no había meta, solo era ir y venir por esa mesa de 1.5 km de lado una vez con lo cual si hubiese medido la distancia pues eran 3 kms por ruta. El período de carrera lo definí en martes, jueves y sábado pudiendo ser de día o en la tarde, así lloviese, o hiciese un calor sofocante. 

Dejar de comer menos primero fue una serie de experimentos empezando por no comer grandes jornadas y luego solamente dejar de desayunar pero reduciendo drásticamente la ingesta calorica. Yo imagino que debo haber bajado al equivalente a una comida diaria en todo caso. Esto es un platillo en la comida y un snack en la cena. Eso era todo, no había mas.

En la carrera primero tarde yo recuerdo unos tres o cuatro meses en pasar de los 3kms a los 6, corría hasta que se me acalambraba el pie derecho, siempre pasaba eso y me dí cuenta que esa era la señal para parar.

En la báscula no había movimiento alguno.

En un lapso de 9 meses ya corría sin problema 13 kms, a un paso bueno y rítmico. Eso me fue posicionando como titular en mi equipo de futbol de manera gradual, pero ya para el mes 10 era titular indiscutible y además con un nivel superior a como jamás había jugado. Me sorprendían mis avances.

En el peso bajé aproximadamente 35 kilos de talla 36 bajé a talla 31, estaba irreconocible. 

No recuerdo haber sufrido por hambre en los meses de estabilidad pero si mucho en los primeros meses.

Recuerdo que en esos primeros 3 meses dormía mucho, pero al ir perdiendo peso no me sentía realmente a adolorido de las piernas, deje la sesión del sábado por los partidos y era de los que mas corrían, yo calculo que unos 7 kms por partido.

Decidí regresar a estudiar ya con mas orden, me fui adaptando de a poco y me adapte a la universidad, hice buenos compañeros y amigos, me acoplé a la ciudad y me gradué de ingeniero civil.

Después se me olvido todo este esfuerzo y ya acoplado regrese a ser normal, o mas bien a ser como los demás.

Realmente esa época fue una época muy determinante en mi vida y si no hubiese detenido todo para correr y comer menos no hubiese salido adelante, hubiera naufragado, casi estuvo a punto de claudicar.

Ahora me da risa el descubrimiento de toda la gente del famoso "ayuno intermitente", realmente yo lo apliqué y me benefició en demasía.

Correr también me ayudó mucho. Además de que lo amé profundamente.

No debo olvidar esta época, no debo claudicar en el intento y sobretodo no debo mirar atrás.

Debo y tengo que ser visionario nuevamente, porque siempre seré joven......









miércoles, 9 de septiembre de 2020

Vulnerabilidad.....


 

En estas semanas pasadas y recientes, se han suscitado hechos en los que me sentí afectado en mi sistema de seguridad, esto es, me sentí vulnerable. El primer hecho fue en un retén policial, en el cual me pararon y me solicitaron la documentación de mi auto. Al mostrarla y ver que todo estaba en regla, el policía (un joven aprendiz de ratero), me solicitó mi licencia de conducir. Yo me percaté al sacarla que la tenía vencida por un mes y considerando que no es una falta mayor le dije al oficial que le agradecía el comentario y que la tramitaría de inmediato. Para lo cual el oficial me dijo que estaba infringiendo las reglas de tránsito y que iban a consignar mi automóvil, además que el costo del traslado por grúa me correspondía a mi. Fue tal mi reacción de sorpresa que le dije que traer la licencia vencida no es motivo para ese tipo de trato, además sin saberlo yo había salido una consignación de las autoridades en la cual se permite el uso de la licencia vencida hasta noviembre de este año debido al retraso burocrático provocado por el covid. Esto trajo consigo una fuerte discusión con el oficial, considerando los tiempos que estamos pasando en donde se supondría que usar el automóvil es una prioridad para usarlo en ayuda de emergencias (el cual es mi caso) y evitar salir lo más posible. Al oficial esto y nada le representó lo mismo y al ver que ya la discusión no tenía objeto recurrí a la dichosa mordida para salir adelante y evitar la supuesta confiscación de mi automóvil. El chiste me salió en 400 pesos, pero la molestia me duró una semana. 

A los dos días de este evento, en el video de seguridad de los condominios cercanos se grabó un intento de asalto o secuestro a la entrada del portal de uno de los condominios por parte un grupo armado que conducía dos automóviles. En el video se observa como las dos unidades persiguen al auto de la probable víctima la cual afortunadamente pudo ingresar de manera rápida en concordancia con el vigilante que le abrió la puerta rápidamente. Esto me impactó ya que por ese camino yo transito cotidianamente y el sentir que una cosa así me pudiese pasar me deja helado con un sentimiento de impotencia total. 

Por último el fin de semana pasado los nuevos vecinos del piso superior donde habito hicieron una fiesta que duró aproximadamente 12 horas. Esto es el ruido que ocasionaron fue algo muy molesto que no me dejo dormir y que me mantuvo despierto. Ruido de gente que aún no paga el derecho de piso, además usurparon la calle con los autos de los invitados, bloqueando la vialidad total. Esto trae como consiguiente que mi sensación de estar en un lugar agradable se haya perdido irremediablemente y me ponga muy escéptico respecto a si deseo vivir en este departamento que tanto me había acomodado. Tuve que hablar con el dueño del departamento para quejarme de sus inquilinos con lo cual no se si a futuro vayamos a tener una relación sana. Por lo pronto la santa paz que había al no tener vecinos en el departamento superior terminó por el ruido permanente de los niños que lo habitan. 

Este sentimiento me provoca desilusión. rabia, temor y desilusión van directamente contra mi sistema de seguridad el cual el mes pasado era normal. El verse afectado en la vulnerabilidad irrumpe en la desconfianza, la injusticia impera en este mundo caótico del cual hay que vivir mirando a todos lados para que no se avecine la maldad. Se de lo que estoy forjado y no tengo temor, se que la garra saldrá adelante y se que debo ser prudente para no verme afectado. Debo encontrar la manera creativa de resolver las cosas y tratar de paliar los miedos instantáneos que se presentan en el acto. Hay que ser dúctil para tratar de ser firme.... No tengo miedo, ni estoy desencantado, solo fue un bache que no ví en el camino....

martes, 1 de septiembre de 2020

Es posible salir sin contagiarse.....

temprano y sin aglomeraciones. De una manera sigilosa, porque en este país la seguridad es una utopía. Policías corruptos y ladrones cada vez mas envalentonados.... No soy un sociópata, tampoco soy un asesino serial, pero esta pandemia me ha venido como anillo al dedo. Vivir aislado, ser un ser aislado es lo que me provoca ver como los demás se vuelven locos. Enfrentarte a tí 24, 48 y 1500 horas es lo complicado del juego. Como juego a evadirme de mi ser? Como me digo mentiras y me las creo? Ser sutil en esta irrealidad que se va abriendo, no porque vengan tiempos mejores, sino porque la psique global se está descarrilando, se estas psiquedesquisiando.... Me dan risa todos, todos salen como si no hubiese pasado nada, como si el tiempo fuese instantáneo. Pero no. Vas a tener que seguir enfrentándote a tu realidad, cuando las cosas sigan estropéandose. Nuevos rebrotes, nuevos virus, el caos, el mundo caótico. Como mi cerebro, o como mis sentimientos, porque ese niño no se cae de una vez por todas por las escaleras? deja de lloriquear y atrevete a bajar.... caete quiebrate y deja de joder......