Ese dolor lacerante de la mañana en el nervio ciatico producto de una hernia discal me trae acongojado y tullido durante todo el día.
Esta situación hace que mi movilidad quede muy limitada y por ende mi estado de ánimo sea depresivo y caótico lo que mueve mi cerebro y sea un verdugo diario con pensamientos delirantes negativos y erráticos. Esto hace que se me vengan dudas y cuestionamientos en mi interior. La fatalidad de pensar en una intervención quirúrgica me llena de temor y los escenarios más catastróficos se me vienen.
Todo tiene una base lógica porque el dolor fue inesperado y repentino, nada me indicaba que se me vendrían días negros en los que llegué a pensar que mi problema era de carácter visceral o cardíaco. Tan fuerte fue el primer evento que el miedo me inundó al estar solo, realmente pensé que ahí la palmaría y que se debía a un infarto.
Ir a mear, bañarme, vestirme fueron actividades titánicas los siguientes días, pero la peor fue tender la cama, ese proceso era realmente un infierno en vida.
El dolor se me presentaba desde la nalga derecha hasta el tobillo pasando por toda la pierna. A veces creía que sobre el tobillo me iba a reventar la piel ya que tenia la sensación de que las venas se coagulaban y que explotarían. Pero nada de eso era cierto todo giraba en función de mi dolor y mi reacción mental.
Tuve que empezar a racionalizar la situación y empecé a investigar en internet hasta entender que este mal es más común de lo que uno cree y que millones de personas lo padecen. Sin importar la edad o si haces ejercicio o no.
El aplastamiento de las vertebras cervicales sobre los nervios y músculos hacen que uno se contracture en diversos puntos, se formen como bolas y el dolor se expanda por toda la pierna. Exactamente esos fueron los síntomas en mi caso.
Así que dos semanas después decidí ir a ver a un fisioterapeuta y empezar un tratamiento. De primera instancia me saqué radiografías por indicaciones de este y ya el resultado indicaba hernia discal en las vertebras correspondientes.
Según el fisioterapeuta no será necesario una intervención quirúrgica lo que eso me dio confianza para lo cual inicié la terapia por tres días a la semana. Se me aplica corriente y calor por medio de electrodos y bolsas térmicas, y después me masajean las zonas a tratar para terminar con ejercicios de estiramiento los cuales son muy dolorosos y aún no puedo hacerlos como yo quisiera pero día a día e ido ganando confianza.
Describir el dolor es necesario ya que se viene en niveles del uno al diez como en ocho y nueve en los momentos de crisis y usualmente estoy entre tres y cuatro en el día a día.
Otra manera de describirlo es que es repentino, punzante como si me presionaran con un tubo en su parte redonda de adentro hacia afuera, es lacerante porque quema y pica y además es expansivo porque después de presentarse duele en toda la pierna al mismo tiempo.
No cabe duda que tomar la iniciativa de enfrentar el dolor con acciones es muy importante porque refuerza la actitud y se va viendo muy lenta mejoría, pero lo que no se debe hacer es dejarse y no hacer nada. Ya que este tipo de lesiones se curan solo con trabajo activo y ejercicio.
(después de un mes.....)
Reconozco que hace un mes no me podía ni levantar y fue terrible el poder movilizarme. Ir al baño era un suplicio y además lavar platos o tratar de hacer labores domésticas en general era casi imposible. Pero me he venido recuperando. Y continuaré con la fisioterapia y ejercicios por un largo período ya que no quiero bajo ningún motivo recaer.
Estoy con la mejor de las disposiciones e inclusive siento que he ido bajando de peso y eso ayuda también a la recuperación sostenida.
No cabe duda que estar sano es el regalo mas importante que uno debe tener y aquí aplico la frase de que "el cuerpo es un templo...."
