martes, 21 de octubre de 2008

Estrenando oficina.

Por fin estoy estrenando la oficina en Puebla, es un cubículo bastante agradable con vista al pico de Orizaba (o no se que sea).

Estoy solo en el piso de arriba, el cual está completamente vacío y a la espera de que sea contratado el personal de ventas el cual no es de mi responsabilidad.

Le conseguí un lugar a mi asistente con lo cual ya podrá estar ordenando y ejecutando todo lo que yo le indique.

Sigo pensando, como fue posible que yo estuviera solo con todo el ajetreo, presión que me demandó el proyecto y las necesidades del mismo ante tanta adversidad, solamente con el apoyo esporádico de algunas personas externas y trabajando literalmente en varios lugares, cafés, restaurantes, salones de negocios, recámaras, plazas, etc.., con el caos de no tener donde guardar los putos papeles y llevándolos de un lugar a otro en cajas de cartón, mochilas, bolsas de plástico en el interior del auto y de la cajuela, literalmente como un gitano que iba de aquí para allá en toda la ciudad.

Ahora veo toda la carga emocional que me demandó esta situación y el sentimiento de estar completamente solo sin apoyo.
Ahora veo que mi enojo contínuo era producto de esa neurosis.

En estos momentos estoy sentando en una silla y apoyado en un escritorio recién desempacados, con olor a nuevo, con la oficina recién pintada y en una total calma.

Lejos, muy lejos están los días del desorden total y de la incertidumbre pasmosa y pesada.

Ahora estoy en un santuario de paz y de tranquilidad, al menos mental.

Se vienen nuevos retos por resolver y también se vienen nuevas oportunidades que aprovechar.

Tengo que ser muy inteligente para seguir cosechando los frutos de lo sembrado y ahora estar en una mejor posición personal y ventajosa para mí.

Después de todo eso fue lo planeado desde que me responsabilicé al tomar la decisión de estar aquí.

Soy la cabeza de playa de está guerra y atrás de mí están llegando los demás.

......pero les llevo mucha ventaja que no les voy a regalar.

jueves, 16 de octubre de 2008

Frío como un frappe.

Estoy sentado tomándome un café frappe en el starbucks del circuito Juan Pablo II, cerca de las oficinas de ecología estatal.

Esta semana me autorizaron varias cosas importantes como la planta de concreto y el campamento, además de permitirme construir en la zona de árboles con la idea de transplantar los arbustos.

En general siento que mi rendimiento va bien y estoy obteniendo puntos a mi favor.

Esta reflexión me sirve para analizar varios aspectos en cuanto a las cosas.

Los permisos salen, si se tiene constancia y la información se entrega a tiempo. Hay que estar tras los funcionarios pero de una manera que no sea castrante para el funcionario y hay que darle la libertad de acción.

Estos días se me ha acercado gente buscando oportunidad de trabajo, mucha gente joven y alguna no tanta y lo que veo es que la situación se está poniendo cada día más difícil (o probablemente siempre ha sido así).

Me he sentido presionado por mí mismo y creo que injustificadamente en el sentido de que todos los días me exigo mucho, siento que me sofoco y acciono pero no llego a disfrutar de las cosas.

Una de las propuestas que me hice hace tiempo, fue el de disfrutar más la cotidianeidad y siento que no logro establecer el parámetro del equilibrio, ya que la presión que tengo diariamente no se va en el sentido que yo quisiera, abrumándome a veces con estereotipos de las cosas, exagerando a veces las cosas y siempre poniendo en la palestra si realmente tengo capacidad para resolverlo todo.

Me molesto con mis compañeros de trabajo y me decepciono rápidamente de los dueños de la empresa.

A la mente me viene el siguiente cuestionamiento:

¿Porque siempre es tan importante el trabajo para mí?

¿No debería ya de soltar las amarras e ir un poco a la deriva?

Hoy en día me da pesadez el logro, vaya el logro no es tan importante porque al final de cuentas son victorias que se dan o que no se dan en función de muchas variables.

Como que a veces siento que me siento muy responsable de todo y NO DEBERIA SER ASI.

Voy a tratar de volver al terreno de la especulación con la idea de ser mas desapegado de las cosas y vivir más para mí.

Al final de cuentas en este juego yo solo soy parte y no solo soy el todo.

Yo siento que lo he jugado bien y no tengo porque tomar actitudes que no van conmigo y menos con los dueños de la empresa que son los que se llevarán la gran tajada.

Tengo que disfrutar más, dando menos.

Porque he dado mucho.

más de lo que se merecen.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Estabilidad relativa.

Pues después de tanta bronca que se sucitó con lo de la clausura de la obra y ya solucionado el problema, las cosas están fluyendo normalmente.

La relación con todas las autoridades de todos los niveles es la mejor, después de tanta fricción y estoy relacionándome mejor, gracias a esto, mi trabajo en la gestión es más amigable y los permisos ahora salen en tiempo.

Por otro lado ya no estoy en hotel, ya que ahora habito un departamento amueblado muy céntrico y accesible y estoy por ocupar mi oficina próximamente, con lo cual ya me estoy estabilizando y ordenando en todos los aspectos.
No hay como el orden para poder organizarse y trabajar con gusto, además de respetar los horarios de comida, descanso, sueño, los cuales me generaban un total caos.

Una de las cosas que me a ayudado bastante, es que ya tengo un apoyo de un gestor local, con lo cual mucho del trabajo engorroso ya lo delego y me dedico a hacer las negociaciones realmente importantes.
Esto es realmente algo muy bueno, porque ya no me desgasto tanto.

Realmente estuve en una situación muy pesada y reflexionando en el tiempo pasado, me felicito por haber sido tan eficiente en los momentos que me lo demandaban, ahora viene el tiempo de estar más libre para hacer realmente los negocios.

Pero nunca hay total felicidad, eso es un sueño utópico.

La inestabilidad financiera producto de la quiebra de las aseguradoras y bancos en EU, pues ahora nos va a tocar inexorablemente en el aspecto de la falta de liquidez para las nuevas operaciones.

Y por consiguiente los bancos no tienen lana para prestarnos los anticipos de los proyectos nuevos como el de Temoaya.

Eso hace que sigamos, como siempre con la incertidumbre total, de cuanto tiempo la empresa puede aguantar sin dinero para las necesidades totales.

El martes se tendrá una negociación con el banco para ver nuestras necesidades a corto plazo y seguir respirando buscando la estabilidad.

....relativa

lunes, 13 de octubre de 2008

Versatilidad....

Corriendo de aquí para allá,
adaptándose a los caminos,
a las maneras de pensar.

De ciudad en ciudad,
de relación en relación,
creciendo al caminar.

Un día un paso p´a lante
Dos días tres pasos p´ara tras,
Como en un laberinto incesante,
que no me deja llegar.

No hay recetas hoy en día,
para poder trabajar,
una chinga todo el tiempo,
cambiando sin cesar.

No se como acabará todo esto,
ya no me gusta pensar,
solamente muevo el culo,
no me lo vayan a tapar.