lunes, 28 de febrero de 2011

De fechas, compromisos y metas.

Objetivamente de eso está hecho el real entorno de trabajo de cada quién.

Todavía no conozco persona alguna que no deba de cumplir sus compromisos, pagar sus cuentas y llegar a tiempo.

Aún en los entornos mas adinerados, las personas tienen que cumplir sus compromisos.

En cualquier nivel socioeconómico, religioso o político a todos les toca su labor diaria para emprender proyectos personales y cumplir con ellos.

Entonces me viene la pregunta.

¿Porque nos enfadamos en hacer nuestra labor, en cumplir nuestro compromiso o en llegar a tiempo a esa responsabilidad?

Esa contradicción de la evasión, del dejar de hacer, con la idea de posponer las cosas hace que en muchas ocasiones el problema se agolpe, se aglutine.

Pero de todos modos seguirá ahí.

Eso es real, el problema, la labor, la tarea seguirán ahí y mas vale que pongas la intención de resolverla a tiempo porque hoy en día es cuestión de elección de otros que tu no estés ahí para resolver el problema.

Desatender los asuntos laborales y personales, estancan el cerebro en una codependencia hacía la no actividad, hacia la inmovilidad.

No es la cuestión de obtener grandes logros inmediatos, las tareas requieren acciones paso a paso, día a día, mes a mes.

Evidentemente la vida llega a ser rutinaria, pero dentro de esa rutina está la vida.

No puede uno vivir una vida plena si uno no cumple con lo que cada uno se comprometió.

Ya sea vender plumas o vender navíos inmensos.

No es cuestión de la opinión de los demás acerca de la vida de uno, los demás tienen sus propios problemas y asuntos que resolver.

Deja a los demás que se dediquen a lo suyo y tu, tu dedícate a lo tuyo.....

pero no mañana, ni pasado mañana.

ahora.

viernes, 25 de febrero de 2011

CAPITULO 2. LA FIESTA.

a Truman Capote.

Las puertas de caoba se abren ante mí después de que las urracas llevaran el automóvil a estacionar, preferí entrar solo que ser escoltado por esas aves de mal agüero y evitar las miradas suspicaces y burlonas de algunos compañeros que sentados ya en el festín pudieran malinterpretar un accidente involuntario de mi parte al dar a entender que yo era un cuervo parlanchín y es mejor que ellos estén bajo mi escrutinio y mis miradas inquisidoras a sabiendas de sus pasados y ellos desconociendo el mío.

Mesas circulares sin cabecera, democráticas, concentran grupos de personas desconocidas para mí, que circundan pequeños lunares de parejas conocidas aquí y allá.

Veo a mi derecha a Gonzálo, siempre con su aire de aburrimiento y su rareza como persona, siempre distante y gris para mí, nunca he podido cruzar mas de cinco minutos charla alguna con él. Lo veo saliendo y cruzándose en mi camino, fingiendo no verme, yo solamente le doy una palmada en el brazo y volteo la cara como diciéndole: tampoco me importa verte.

Bajo dos escaleras y estoy a nivel de todos, de ricos, de pobres, de viejos, de jóvenes, de niños.

Voy directo a la mesa de los novios y saludo a Pedro afectuosamente y a su virginal Teresita. A ella la veo feliz, radiante, plena, como diciéndose mira Raúl conseguí el objetivo tan anhelado, ahora si ya te podré saludar como la señora de tu amigo y estaremos ya en estados contrarios, porque ahora estoy con alguien y tu estás solo. Mira que solo estas.

Yo le veo los pechos que como dos toronjas grandes se descubren en medio escote, enseñándose jugosos y carnosos como en el estante de un mercado y me digo, ya veo porque Pedro se malviajaba en esos viajes interminables por carretera para verlos, para soñar con ellos, para tenerlos en su boca y chuparlos y mamarlos en un sueño interminable que lo transponía con su niñez, con la idea de felicidad que tenemos todos cuando mamamos las tetas de nuestras madres y nos alimentamos y crecemos en eses sueño maternal de ternura y de amor eterno.

Giré 180 grados y me dispuse a buscar un lugar donde sentarme, vi a Neto con sus orejotas que como radares determinaban movimientos de posibles objetivos y me acerqué a su mesa a saludarlo, le extendí la mano y luego me acerqué a su estirada esposa la cual con un ademán ya manejado y aprendido a través de su vida, me saludo de la manera mas propia y convencional posible, y yo también haciendo lo mismo, recordando mi educación y evocando cuando saludaba de niño a mis tías que usaban los mismos vestidos, aretes y que olían a los mismos perfumes que esta señora.

Con una sonrisa me aleje lentamente de su mesa.

Sabía que Pedro dentro de su sentido político de la vida, me pondría en una mesa armónica con mi manera de ser, no importando si son extraños para mí, pero efectivamente esa mesa estaba ahí dispuestas, mientras las urracas efusivamente me señalaban mi lugar y me decían, aquí está tu lugar y el de la Beba.

Otra punzada señalaba que todo era un plan orquestado, para que yo llegará y justificará mi soledad con la soledad de la Beba.
La Beba, tan frondosa, tan cachonda, tan maciza y tan estúpida, con un nivel intelectual que raya en lo absurdo, en la pendejez absoluta.
Nadie sabía que yo un mes antes en diciembre en un restaurante italiano y después de muchos años de salir con ella una vez al año, me despedía afablemente de ella en buenos términos para siempre no sin antes recibir un no rotundo para poder acostarnos en un lecho de sábanas blancas y subirme sobre su espalda y besarle desde la nuca hasta el tobillo dejándola mojada con mi lengua, ensalivándola, de esos placeres no tuve derecho y oportunidad ya que ella solo sale con hombres casados, ganaderos y con mucho dinero que le dan ese aire majestuoso de la señora que alguna vez fue en las playas mas recónditas del país y del continente.

Pero yo que tenía que darle explicación a esas urracas, parlanchinas, así que a sabiendas que no vendría me senté en medio de dos sillas vacías.

Enfrente de mi estaba la guapa y simpática Lucía, bonita, ya pasada de talla, pero muy femenina y bella para mí, con su esposo Sergio, siempre despistado de tener una mujer que fue una de las personas mas atractivas de la generación.
La evocación de su belleza me trae nostalgia y recuerdos tristes, porque significa la inmediata percepción de mi amigo de juventud Juan que fue su eterno amor.
Juan que podría estar sentado con ella y que en esos momentos en mi mente está sentado, siendo joven, fuerte, vigoroso traspasando la edad y nosotros siendo unos viejos que nos desgastamos con el tiempo lo vemos ahora de sus eternos 24 años, edad límite en su vida en la que decidió quitarse la vida, ahorcándose en la regadera de su baño.

Me tragó mi saliva un poco y siento el deseo de beber una copa.

Las urracas, Lucía y Sergio y Emilio.

Otro soltero, con cara de malo, de esos malos que saben ser seductores de oficio de mujeres.
Con sus ojos claros de Lince, verdes, engatusadores.
Vestido como un gangster de la mafia siciliana, con camisa negra desabotonada, saco negro y clavándole la mirada a Martha urraca pensando en clavarsela ahí mismo en la mesa, y nosotros viendo como escribanos relatores de su eterna energía.

También llegó Beto, el eterno amigo de Lucía, el típico hombre calvo, que se ve deprimido del abandono de su mujer, hace mucho tiempo atrás, aburrido y prejuicioso, de ideas cerradas a cualquier cambio posible o probable, me saluda con educación y yo lo saludo a él también, pero yo busco a un mesero porque lo que quiero es comenzar a tomar una copa de vino frío porque me empiezo a desesperar de mi cansancio, de estar ahí, de mi cerebro que empieza a convulsionarse ya acelerarse a mil kilómetros por hora.

Siento que alguien me toca la espalda y es Geña con su esposo que parece luchador de sumo japonés, un gordo inmenso que me imagino no se ve el pito en años.
Geña tan hermosa, tan bien cuidada, tan triunfadora, con un vestido blanco inmaculado en donde sobresale su cadera y su trasero y sus carnosas piernas de porte de una dama de los cincuenta.
Siento que está fuera de época y me abraza con aprecio, en donde el testigo es el luchador de zumo que sonríe indiferentemente a cualquier cosa que pase en esos momentos, como si estuviera pensando en alguna batalla que se dio en una guerra entre samurais defendiendo un reino a manos de invasores cristianos en la solitaria isla.

En otra mesa vecina y sin dejar de observarme, sintiendo la envidia de que yo esté sentado al lado del amor de su vida, está Manuel y su esposa que miran como testigos lejanos nuestra mesa preguntándose probablemente porque no fueron escogidos al sentarse en esta mesa privilegiada de energías dinámicas, que como pavorreales bellos se mezclan unos con otros, claro sin considerar a las dos urracas.

Me envidia, siente que estoy usurpando su lugar, se sabe dominante de ella, me ve con desdén, porque la sigue deseando, quiere que siga siendo su novia de secundaria, cuando la controlaba, la dominaba y la sometía a su machismo de un ganadero sudoroso con olor a vaca.

Yo me percato de que su esposa me ve y por alguna razón que desconozco me siento atraído hacia ella, me fascina su cara, su corte de pelo, su mirada y yo soy el que quiere salir de esa mesa e intercambiar lugar con Manuel para que el esté al lado de Eugenia y yo de esa mujer mítica.
Ella sabe muy bien que Manuel la engaña y que nunca ha dejado de sentir algo por Geña, quién sabe a cuantas rancheras se haya cogido en su vida, pero no le importa es una inglesa de Ozuluama, güera de una belleza muy simple, muy fácil de apreciar.

Un aire de cierta tristeza invade mi cerebro, un aire nostálgico por la pérdida de la juventud me invade, pero ese aire se va cuando me traen mi tercera copa.



miércoles, 23 de febrero de 2011

REGRESANDO DE UNA BODA

a Marcel.......

Capítulo 1. LAS URRACAS.

Iniciando ese sábado como lo hacía muchos años atrás en un Tampico como centro de mi universo.

Despertando a media mañana en mi cuarto de niñez y primera adolescencia, cansado después de haber estado encapsulado en un asiento de autobús durante diez horas.

Mi madre me despertó para decirme que tenía una llamada al teléfono. Yo me dije quién podrá ser?. Llevo mas de quince años que nadie me llama al teléfono.

Era una Martha solicita de saber con quién iba ir al evento y yo a medio dormir le dije que con nadie, inmediatamente ella se ofreció para llevarme sin antes decirme que pasaría por Carmina. Algo pasó por mi cabeza pero preferí regresar a mi cama con mi molido cuerpo.

Como el evento era a las dos decidí darme un regaderazo a la una para estar listo, un baño tibio y refrescante después de dormir es el tónico suficiente para estar tranquilo y con ánimo de convivir con personas y recuerdos guardados en un baúl depositado en un rincón en el cerebro muchos años atrás.

Momento oportuno para abrir ese baúl que se presenta de manera inesperada gracias a la boda de Pedro mi compañero preparatoriano y Tere, su eterna y virginal novia llena del catolicismo lacerante de una señorita de casi medio siglo de vida.

Martha y Carmina pasaron a recogerme a mi casa, las dos como las urracas que son, venían vestidas de negro.

Como si en lugar de una boda fuesen a un funeral, esa es la actitud de las urracas, negativas, acomplejadas, engañadas por los que alguna vez fueron sus hombres y abandonadas por ellos mismos.

Cuando las ví sentí esa pequeña punzada que sigue al recuerdo de los pensamientos del prejuicio de una sociedad provinciana, moralista e hipócrita que sigue dictando que para ser un hombre de bien hay que estar casado no importa que estés encadenado a una bruja acomplejada y carente de movilidad dinámica que te impida no tener una vida llena de placeres mundanos que son los que alegran la vida misma.

En el recorrido de apenas diez minutos me preguntaron directamente y sin tapujos acerca de mi vida conyugal, esperando que mi respuesta justificase un poco sus vidas y al escuchar una respuesta contraria y defensora de mi libertad a través de mi soltería, los comentarios soeces, estúpidos, burdos e irrespetuosos se hicieron sentir como si yo fuese el culpable de que la falta de su amor propio las limitaran y les hicieran ver que su vida fue desperdiciada como el agua que cae en una alcantarilla y que viene pura y cristalina de los mantos montañosos muy lejanos.

Yo como un meteoro que surca los cielos infinitos salí expulsado del vehículo en el que fui recogido y fui depositado en las puertas de madera de caoba del recinto social en donde del otro lado se escuchaba el barullo de una gran fiesta......

viernes, 18 de febrero de 2011

Voy a una boda.

Pero no es de la boda de lo que voy a hablar en términos concretos, efectivamente es una boda de un amigo que se casa en Tampico mañana a las dos de la tarde, en segundas nupcias con una mujer que se casa por primera vez. El es compañero de la preparatoria y es una buena persona, le deseo lo mejor.

Lo que si comentaré con amplitud es de mi deso de escribir cualquier cosa en este blog que ya tenía abandonado por tener que esperar a que me repararan la computadora. Por alguna razón el no escribir y reflejar lo que pienso evita que mis pensamientos se desfoguen y salgan, este acumular de pensamientos y de sentimientos me produce crisis que en términos generales desembocan en depresiones crónicas.

Este arrancar de año ha sido muy difícil para mí, no he estado ni al 50% de mi capacidad ni de mi atención, las mañanas han sido muy pesadas para iniciar el día y el justificarme hacer las cosas es una batalla que llega a media mañana para estar en circulación.

Afortunadamente mis compromisos de trabajo se cumplieron el año pasado y este año las nuevas autoridades apenas están integrándose hoy a sus puestos, por lo que realmente en este mes estoy iniciando actividades.

Como ya lo he comentado voy a tener que finiquitar este año el asunto que me ha traído inquieto y del cual las últimas negociaciones las tendré que hacer tanto con el banco como con mis socios.

Voy a ir hacia adelante, hoy ya me siento mejor y he reflexionado profundamente varias cosas.

1. He llegado a donde estoy como consequencia de mis acciones.
2. He ganado y he perdido.
3. Hay que buscar las oportunidades para salir adelante y dejar de estar en un mar de lamentaciones que no llevan a nada y debilitan profundamente.
4. Los tiempos de asueto deben ser cortos, romper con la rutina gradualmente y en períodos de tiempo distribuidos en el año son mejores que no hacer nada a fin de año.
5. Fin de año es una etapa depresiva para mí.
6. Es fundamental no dejar de hacer de ejercicio y dormir bien.
7. Tomar alcohol no es la mejor de las alternativas en este período.
8. Ver a muchos conocidos que uno dejó de ver, produce confusión en cuanto a que ya no es lo mismo los tres mosqueteros que 20 años después,ni los comprendes y ni te comprenden, mejor tratar de estar con la familia un período de convivencia sano.
9. Lo ideal para mí es estar tres noches y cuatro días fuera de mi rutina.
10. Aceptar que uno se equivoca y perdonarse todos los días, aceptar que si uno se aleja de alguién o de algo tuvo su razón y su circunstancia.
11. Reivindicarse todos los días y buscar la calidad de vida en el dormir, el comer, el descansar y el aprender.
12. Descomponer la computadora de vez en vez...........

miércoles, 16 de febrero de 2011

Te invito andando de Repente a Kagar.


Y esta es la ruta....

También le invito a Kagarsee si anda muy ganoso.....

lunes, 7 de febrero de 2011

Sin computadora.

Ya llevó mas de una semana sin computadora, la cual tuve que enviar al área de sistemas de la empresa porque se le descompuso la fuente de poder.

Debido a eso no he estado conectado mucho tiempo ya que he tenido que andar como judío errante entre la computadora de mi asistente, la de mi sobrina y la de varios cafés internets, los cuales no me gustan para escribir en este lugar.

Como que uno se acomoda la computadora propia y como que me siento vulnerable escribiendo posts de este blog en otras computadoras.

Es un cierto sentido de pertenencia y de respeto al blog ya que es una parte importante el escribir lo que uno piensa o siente de vez en cuando y hacerlo en otro equipo es como salirse de la inspiración que a uno le provoca lo de uno mismo.

Estoy en Tampico porque me vine de puente y al rato sale el avión al DF y luego tomaré el autobús a Puebla.
Como lo planée voy a distribuir mi tiempo en estas tres ciudades para no dejar de cuidar a la gente y a las cosas.

Estamos pasando por un momento muy duro en la empresa, ya que no estamos vendiendo los modelos de vivienda y vamos a tener que cambiar por uno mas pequeño y de menor valor.

Otra vez volver a iniciar un proceso de gestión y de búsqueda de alternativas en donde tendré que ir decidiendo en función de como se vayan presentando las cosas, ya que si esto sigue así, siento que me van a decir que me regrese al DF, para ahorrar gastos.

Yo voy a seguir buscándo otras vías de ingreso y tendré que definir un plan a seis meses para identificar que sigue.

Por lo pronto espero tener mi computadora la próxima semana y seguir posteando los acontecimientos que se presenten.