sábado, 2 de diciembre de 2023

Lo que el mar trae y se lleva.....

 Hace tiempo deseaba contactar a mi ex novia Lore, algo me decía que hay capítulos que se deben cerrar como se merecen y no dejar a la imaginación lo que pudo haber sido....

Esa incertidumbre pesada con los años, me generaba un cierto dejo de tensión ya que siempre deseé su cuerpo, bien entrenado y cuidado al paso de toda su vida.

Además el recuerdo de esos fajes a solas siempre me han puesto en la reflexión de como una persona tan introvertida puede ser tan abierta al momento de recibir placer sin inhibiciones. Y cuando digo recibir placer es literal ya que ella nunca está dispuesta a darlo. Le encanta ser tocada y acariciada, besada y se presta muy bien a ello, como si fuese una muñeca que se somete al deseo de uno. A mi no me importó nunca eso, ya que al contrario el poder tocarla a mi antojo en una especie de manipulación erótica siempre me sedujo.

Sin ser intencionado,  su arma de seducción es esa, el sometimiento total en adición a su belleza rubia y de ojos claros, su figura esbelta y los rasgos finos que complementan su enorme sensualidad.

En aquellos tiempos supe que nunca sería mi mujer. Ya que ella como depredadora natural (o más bien su madre) fijó sus intenciones en alguien que tuviese empleo seguro y a largo plazo en alguna compañía que le diese seguridad, de esas empresas que antes eran para toda la vida, empresas estatales. 

Educada como princesa y luego reina de un hogar tradicional, decidió ir por ese paso, en donde yo no tenía cabida ni ganas. Jamás tendría posibilidad de ser su pareja ya que nunca tuve acceso a ese tipo de vida laboral y estable para toda la vida.

Pero bueno los tiempos cambian y yo decidí irme por el riesgo a través de los años, renunciando a amores, lugares seguros, y muchas otras cosas más en pos de mi identidad profesional, afortunadamente no me arrepiento de ese camino.

En cambio el príncipe azul en su hoy la está pasando difícil porque tuvo que movilizarse lejos, a otro centro de trabajo dejando su casa en donde obviamente ella no lo acompañó ya que eso implica dejar su vida comodina, cerca de casa de su padre y siempre consentida por todos.

Ella nunca pierde, siempre se va al más fácil de los caminos, el cual está basado en su comodidad. 

Pero no es inmune a los problemas de la vida que rompen esos cuentos de hadas para situarnos en la realidad, problemas con el marido, con los hijos, pérdidas como la de su madre primero y después de su hermana la han puesto en un plano más realista.

La lejanía de su pareja, me puso a analizar la conveniencia de irme apareciendo obviamente en redes sociales, de manera discreta y secreta de a poco en su vida. Reconozco que soy un lobo estepario y depredador, tampoco siento culpa de ello.

El primer mensaje fue el más difícil, el intentar saber como respondería al Hola, como has estado después de treinta años?

Pero para mi asombro tuve una cálida recepción, casi de novios, o al menos con la confianza de que a los pocos días tuviésemos sexo virtual soft. Evocando los recuerdos de nuestro noviazgo, señalando los puntos de encuento en  cada rincón de su casa, como la cocina y el sofá, los más concurridos, en donde la tocaba a mi gusto y libremente, cuando sus padres no estaban. Siempre dispuesta a recibir caricias. Nunca intenté nada más que un faje sobre la ropa, nunca le metí la mano, pero no era necesario, solo sentir su energía salvaje y sumisa hacían que esos momentos fuesen placenteros. Ella reconocía que se ponía húmeda al sentir mi pene duro rozándole accidentalmente su cuerpo

Obvio lo novedoso para ella, su emoción aumentaba y al final al reconocerlo poner el freno de siempre, pareciendo que se cae todo con su frase de "no hacer cosas buenas que parezcan malas....", sus trucos de evasión que siempre la camuflaran de víctima a victimaria. Evitándole el sentido de culpa si es que lo tuviese.  Me acostumbré a esos frenos de santurrona que nunca han sido impedimento y al contrario me motivan a seguir adelante.

El camino hacia la consumación del acto no fue difícil, atraerla a mi casa fue como darle pequeños dulces a esa Gretel perdida en el bosque. Ella un lunes lo dispuso y nos encontramos en el centro comercial próximo a mi casa en donde la esperé en uno de los accesos al estacionamiento. Fue más que puntual, me subí a su auto y nos dispusimos a venir a mi casa. Cómo si no hubiese pasado el tiempo platicamos sin mayor comentario que las cosas habituales de un día a día fingiendo que no pasaba nada pero con el fuego de la tensión erótica por dentro.

Ya en mi casa la despojé de cualquier barrera física y la empecé a besar y ahora si a tocarle las nalgas sobre su pantalón elástico sin  pudor.

Llevarla a la cama fue un acto instantáneo y las palabras sobran.

Sexo placentero, animal, con ritmo duro como tratando de recuperar el tiempo perdido.

Al final después de dos horas y ya vestidos ella se dispuso a regresar a su vida y yo a la mía.

Yo reflexione y me dí por satisfecho, vaya hay que reconocer que fue un gran triunfo haberle buscado meses atrás y me dí por bien servido ante este bocado.

Mi sorpresa es que ya hemos tenido varias sesiones desde ese día y ya no hay necesidad de tanto rollo para atraerla. Ella solo lo decide y me avisa. Viene dispuesta a lamer y a abrirse para recibirme plena y consiente.

Es una pequeña zorra egoísta que se baña en ese envoltorio de vulnerabilidad amoral y convenenciera.

No se cuanto dure esto pero por lo pronto me prepararé para el siguiente encuentro........

Esto me lleva a la reflexión de que ojos vemos corazones no sabemos y no dejes por perdido algo que puede el mar devolver.

Si viene será bien recibido y si se va seré agradecido......