no rogar, no pedir, no implorar......... proponer!....

Las primeras cosas que se me vinieron ayer a la mente fueron primar estas palabras al levantarme: Emprendedor, Negocios Financieros, Real State, Crear y Jugar.

Ya nadie te cree solo porque les dices que eres muy destacado en algún sector, ahora todos quieren pruebas fehacientes, se acabaron los tiempos del servilismo por el servilismo puro. Del dar o agradar esperando ser retribuido por eso. Esos tiempos ya se acabaron.

Hoy en día estamos en el juego del poder, de la fuerza y de las traiciones, es por ello que debemos ir preparados para cualquier tipo de combate en cualquier sector. Ofender es muy fácil hoy en día, también lo es el sentirse ofendidos.....

Ofender al ego, ventilar las disputas, publicarse, autopromoverse.

Nos damos cuenta de que no somos tan listos o tan inteligentes como lo suponemos. Por eso nos excusamos a través de los defectos de otros, usamos a los otros para justificarnos.

Ya no hay reyes que seguir, todos los reyes han capitulado y están muertos.

Hoy hay que salir y primarse con las palabras Emprendedor, Negocios Financieros, Real State, Crear y Jugar.

Se acabo la amistad, se acabo el dar sin recibir.

Es por ello que implorar un favor, rogarlo nos pone en una gran desventaja en todo sentido. Nos humilla y nos deja fuera de combate a la primera.

También lo es ir asintiéndose culpable o inferior. No hay que tener miedo ni mucho menos temor a ser rechazados.

Hay que llevar algo a la mesa, una idea, una propuesta, una inversión, todo es una moneda de cambio, una sucia moneda de cambio que tenemos que cambiar por eso que deseamos y que nos tiene inquietos metidos en la incertidumbre, en el miedo, en el calabozo oscuro lleno de mierda.

Salir, con la frente limpia, recibiendo los aguijonazos, no importa hay que seguir con una idea bajo el brazo, con una propuesta, con una servilleta llena de jeroglíficos que puedan atrapar al otro.

Esto es una defensa, un escudo romano, una lanza, un puñal......

No podemos ir a la guerra solo con la expectativa de que por nuestra personalidad vamos a agradar.

El mundo de hoy no es tranquilo, tiene muchos riscos escabrosos.