lunes, 13 de enero de 2020

Corporeo prorsus.....

El cuerpo es la casa que uno debe cuidar todo el tiempo,

Alimentarlo mas no sobrealimentarlo.

Es una metáfora diaria de sentirlo, para alinearlo, para fijarle el ritmo de energía.

Es como adiestrar un caballo salvaje para hacerlo dócil, manejable, puro, limpio.

Sobretodo es para sentirse bien.

Dejar el azúcar es la consigna, el refresco, la leche, las harinas blancas.

Moderar, no suprimr.

Hay etapas de festines, pero por lo general el promedio debe ser regresivo a una media baja en carbohidratos.

Carbohidratos son los que generan el sueño, la pesadez.

La glucosa generada afecta las arterias.

Recuerdo esos pasajes mágicos del misticismo del ayuno. El sentir la delgadez, el sentirse atractivo.

12 horas sin comer nada, purifican y generan más energía....

El estómago no requiere consumir tanto, solo lo necesario.

Lo verde, el agua, la sal....

He tenido un notorio avance con el camino de los bajos carbohidratos, y con la ingesta moderada de productores de azúcar.

Lo cetosis sin fanatismo, sin ser excluyente.

Moderar el camino, moderar el paso, también moderar el ejercicio físico, no ser esclavo de él.

Ese es el camino a tomar, a seguir.

Recordar y proyectar.

Los 12 kilómetros en Echegaray, son la cumbre....

Subir la montaña, 

El ayuno intermitente, el agua mineral, la sal, las semillas....

Regresar a sentir la cintura, regresar a sentir el cuerpo dinámico.....

Correr en short por la playa sin playera, recibiendo el sol, el mar y la sal....





No hay comentarios: