Buscándo la puerta.

Buscando siempre buscando,
esa puerta al fondo de la bóveda obscura,
bajo de ella se ve la luz que ilumina,
la luz tras la puerta.

Penumbra conformada en su perímetro,
me guía desde el fondo,
voy paso a paso cabilando,
pero es por ella que debo atravesar.

Silogismos que están conceptualizados,
todo es un todo inacabado,
no hay inicio de nada,
es la nada ese todo.

Que es lo que representa este vacío?
la inalienación inherente y natural.
Emanaciones volcánicas de mi cerebro.

Estoy aquí sentado,
pensativo, sereno y meditabundo,
no es esa reflexión lo que me pasma,
es el hecho del equilibrio mental físico lo que me alienta.

Unos versos pueden ser serenos,
unos muy aburridos,
otras facetas incontempladas,
que no vienen y que no van.

Es el momento de no hacer nada para hacerlo todo,
montones de monedas se apilan
unas sobre otras,
los mendigos se apilan,
mendigos de cultura que no saben nada,
que son básicos,
que no piensan por si mismos,
que están escondidos como ratas en las mazmorras del castillo.

Papeles, oficio incansable de miles de papeles,
sin sentido voy,
como siempre descubriendo el no tener sentido,
es esa puerta otra meta?
o es solo una puerta con un cuarto con un fondo iluminado,
esa luz tan potente detrás
hace que sea tenue esta penumbra en su perímetro,
círculos escalonados para llegar,
para tocarla y girar la chapa o picaporte.

Estoy a pasos de entrar por esa puerta,
nada me detiene,
nada me dice que lo haga,
solo es cruzar por esa puerta,
no significa nada,
porque la nada es el todo.