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Te agradezco:

Mis padres y mis hermanos, sinceramente me acomodaste en una familia integrada y disfuncional, en donde ellos están integrados y yo soy el disfuncional. A pesar de eso me aman y yo los amo.

Mis amigos, esa es la otra familia, lo mejor de cada casa. A pesar de las bajas, de las heridas, de las traiciones mutuas, los sigo queriendo, como desde hace mucho tiempo, no los cambiaría por nada y son pata de perro, como lo soy yo.

Mi tierra, estoy orgulloso de mi mar, de mi cielo, de mi arena, de mi río, de mi pesca, de mis aromas y de mis sabores.

Mis mujeres, las amé, las amo y las amaré, las mujeres son los seres más fascinantes que pudiste haber creado, me gustan por bonitas, por amigas, por buenas, por cabronas y por hijas de la chingada.

Mi profesión, amo mi carrera, me gusta la resolución de problemas con el tiempo en contra, con los recursos limitados, con practicidad, con inmediatez, con actitud de servicio, con güevos.

Mi carácter, se que es de la chingada, pero es mío y me gusta.

Mis aficiones, al deporte a la música, al comer, al correr, al nadar, al volar, al soñar.

Mis defectos, los inumerables defectos que tengo los soporto, me molestan, pero los tolero.

Mi amor por tí, solamente por tí, a pesar de las negaciones y de los insultos, mi amor por tí.

Estoy muy agradecido por tener la oportunidad de vivir.

Por la oportunidad que me das al vivir.

Porque eres mi Padre y soy tu hijo.