jueves, 18 de junio de 2009

Domingo de consolación.

El domingo me levante relajado después de haber tenido una batalla cuerpo a cuerpo con una amigita.

Al verificar mi teléfono, vi que había varios mensajes que mi amiga Faby me había dejado en el teléfono.
Decidí después de dudarlo hablarle ya que me cargaba con una güeva espantosa y cabe decir que la niña es bastante intensita y trae sus rollos demasiado filosóficos como para pasar un domingo banal.

Después de estar jodiendo a cada momento de que quería verme, pues me decidí ir a verla, total un remedio para no pasar solo el dominguín.

Fui al centro y ella me estaba esperando en una banca en el zócalo, no tarde mucho en encontrarla debido a que traía un vestido con más colores que la bandera de los gays.
Un strapless rico en donde dejaba ver sus bubbies, las cuales no están mal para su tamaño.
Al verla como que sentí que se podía hacer algo y bueno pues había que sacrificarse con el rollito que se carga de la nueva trova cubana y cuestiones imposibles.

Me la llevé a un barecito típico a tomar unas bebidas dulces que asemejan a los licores digestivos como el amareto o el rompope.
O sea empecé al revés, por las bebidas dulces, pero quería que conociera el lugar el cual es bastante típico y quería que se fuera calibrando para irla relajando en su plática ya que como digo pues trae unos pinches rollos bastante mariguanos.

Ella es de las personas que creen que tiene la verdad absoluta de las cosas y no se dan cuenta de que están en un hoyo bastante funkie y profundo, con decir que tiene 500 pesos para pasar la quincena.
O sea que conociéndola pues estaba desesperada para que un guey buena onda como yo la invitara a comer a un buen lugar y no aburrirse en su casa el domingo.

Nos chupamos unos seis o siete brevajes dulces y debo reconocer que salí algo afectado ya que el dulce y el alcohol pues son volátiles.

Ya era como las tres de la tarde, así que decidimos a medios chiles ir a comer.

Pasamos por un lugar bastante discreto, chico y agradable como para pasar un buen rato.

Yo pedí un tequilita y ella una chela y así no la fuimos llevando en la tarde.
Pedimos de comer bien, una botana y la comida fuerte, para darle al cuerpo el vómito. Ella pedía chelas y yo también y así pasamos la tarde.
Después de la comida y ya algo tocados nos fuimos al bar del lugar para poder seguir platicando a gusto y seguir chupando, yo unos wiskeys y ella unos anises.

Pagué la cuenta ya como a las seis y media y ya jaladones nos dirigimos a donde estaba el estacionamiento, el cual estaba como a seis cuadras y la caminada nos sirvió para bajar todo. Aunque los estragos del alcohol ya estaban dados.

La princesita me dijo que le daban ganas de ir a un sex shop a curiosear, a medios chiles y abrazaditos pues el cerebro va ordenando a lo demás y uno se va poniendo cachondo.

Le dije que quería comprar y me dijo que nada, que solo tenía una curiosidad morbosa.

Bueno pues ya en la tienda vimos los tipos y variedades de consoladores, bolitas para el ano, cremas y todos los aditamentos que hay ahí.

Al ver los consoladores de plano ya estaba bastante caliente y le dije que cual le gustaba que yo se lo compraba y ella ni tarda ni perezosa los veía como loba caliente y deseosa.

El putito que nos atendía nos empezó a explicar de las texturas, los largos, los gruesos, los tipos de vibrado, etc.
Y yo le dije que cual le gustaba más, el putito nadamás se reía.

Ella escogió uno de 6 inches pero como estaba media abierta la caja yo le dije que se comprara uno de 8, bien gruesote y con varios tipos de vibrado, además venía con la imitación de los testículos para que todavía lo sintiera más natural.

A ella le gustó ese y lo agarraba con un deseo que de plano ya me daban ganas de decirle que para que compraba uno artificial si con el mio podía tener.
La cabroncita lo agarraba de la punta, le pasaba la mano como si fuera un tubo lentamente.....

Yo le dije que le compraba además una loción para que se le deslizara más rico.

Ella no dijo que no.

Así que le compré su consoladorsote y su loción por 400 pesotes para que se lo coma durante el período en que se cura de una enfermedad que tiene allá abajito.

Le dije que para que lo fuera conociendo que primero se lo metiera en la boca para irlo calando, ella muy atenta me hacía caso y yo no podía reprimir la risa.

Después todo fue deambular de aquí a allá y seguir chupando wiskeys, luego nos metimos a ver una película de Cobain de Nirvana que sirvió todavía para calibrar más el domingo.

Después a cenar y a llevarla a su casa.

Como siempre solamente me calentó a mi amigo pero nada de nada......

Bueno como siempre al día siguiente me reclamó que porque la había puesto peda, y que estaba muy triste con mi actitud tan patana.

??????????

Del consolador no dijo nada ni emitió queja alguna.



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