martes, 6 de diciembre de 2011

Esa manía de exponerse.

Mucha gente tiene la manía de exponerse en el ciberespacio, involucrando sus emociones personales, exponiendo los actos de su vida hacia el escrutinio de propios y extraños.

Sigo viendo gente que le encanta mostrarse, como vendiendo rasgos de su personalidad, como tratando de justificarlos.

Egolatría, esnobismo y el deseo de ser reconocido mediante actos como el robar algo, lastimar a alguien, mostrar que se tuvo cierto logro en lo profesional.

Todo mundo quiere mostrar que está trabajando, que es productivo, que es uno un fuera de serie y en inglés en muchas ocasiones indican frases como: "i'm a winner" o "i sell a lot of oranges" o "i'm going to go to a meeting with my boss", en fin realmente a quién le importa lo que cada quién hace en su vida profesional?.

Otros les gusta mostrar sus desavenencias personales, sus fracasos y lanzan epítetos sentimentales contra la persona que alguna vez fue un ser amado y deseado, en esa vorágine de consumir emociones a través de las personas.

Mostrarse, enseñar física o emocionalmente partes que deberían estar guardadas en la discreción.

Esto es, la gente es indiscreta con ella misma, se vuelve vulnerable, presumida y muestra ser tonta cuando ya no guarda secretos.

La discreción debe ser en todo momento una cualidad que no nos exponga al escrutinio de los demás y que sobre todo no nos lleve a arrepentimientos a futuro por errores que nunca debieron ser expuestos en la palestra de la critica de todos.

Si vivimos en un mundo voyeurista, deberíamos ser los paparazis, no las estrellas crucificadas.

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