martes, 1 de mayo de 2007

Sinfonía interior.

Están los violines y contrabajos,
el fagot y los cornos,
las tubas y las flautas,
los chelos y trombones.

Interpretando una mezcla celestial,
está Beethoven, Mahler y Strauss,
está Berliotz, Schubert y Vivaldi.

Está el presente, el pasado y el pasado presente,
todo se mezcla in tempo a destempo.
No hay época o moda,
no hay ritmo o pausa,
es un ritmo que va, que va y que va.

Cierro los ojos y escucho los sonidos,
los sonidos son imágenes,
las imágenes son cantos,
los cantos son recuerdos,
los recuerdos son sonidos,
y el sonido es música.

Me relajo, me entretengo, me adormezco,
es un molto vivache,
con un allegro non tropo,
es un río que me lleva,
es un sonido que me susurra.

Cánticos gregorianos metafísicos,
que interpretan los sueños místicos,
me agrada oírlos, verlos, tocarlos y sentirlos,
me agrada vivirlos,
me agrada teñirlos.

No hay comentarios: