jueves, 14 de junio de 2007

Noche obscura y llena de estrellas.

Obscuridad absoluta en el valle de la montaña,
miro hacia el cielo estrellado,
la noche es fría,
el resplandor de la luna refleja la penumbra en los pinos.

Las estrellas brillan con una luz intermitente,
los planetas a lo lejos se ven estáticos,
el frío de la noche me acaricia,
grillos se escuchan por doquier.

Tomo un café y me pongo un cálido sweater,
miro el río de la montaña,
las aguas frías recorren como fuentes de vida,
cierro los ojos y capturo el momento.

La noche obscura en la montaña,
es misteriosa e invita a la reflexión,
el frío se vuelve un catalizador que me concentra,
a pensamientos mágico e irreflexivos.

Estoy solo con mi cosmovisión,
es atemporal y llena de gracia,
no me importa esta fría soledad,
porque ya no estoy aquí....

estoy integrado al universo.

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