lunes, 17 de septiembre de 2007

Los primeros 10 contínuos.

El sábado me sentía bien cansado, después del viaje entre semana a Puebla.

Una duda al levantarme me asaltó en relación al cansancio físico de la semana pasada y fue la de cuestionarme si realmente no estaría sobreentrenadome y los músculos de las piernas, brazos y cuello realmente no estarán sobrefatigados para completar la carrera que se avecina de 10 kms.

Llegué a la pista de los viveros la cual es de tepetate y está pesada y traté de correr relajado, a los dos kilómetros me sentí literalmente tieso y duro.
Me paré y pensé: Algo raro está pasando. ¿A que se deberá esta bajón?

Me senté abajo de un árbol y traté de analizar en base a la teoría las posibilidades de este bajón.

Pudo haber sido el sobreentrenamiento, o el cansancio del viaje o el tipo de hidratación de esa semana.
Lo que el manual dice es que cuando pasa este tipo de columpio se debe bajar el ritmo un cuarenta por ciento y correr - caminar relajado y sin presión.

Pasé al sanitario y después de ahí, me dedique a admirar el paisaje del lugar, y volví a empezar muy lento con la idea de analizar el cuerpo, a los diez minutos ya me sentí bien y sin incrementar drásticamente el ritmo corrí cuatro vueltas al circuito de dos kms. para terminar en ocho.

El siguiente punto de reflexión fue el de ver si me afectaría durante el día el cansancio y para mi sorpresa vi que no, al contrario me sentía como si no hubiese hecho efecto alguno.

Dormí bien y el domingo me levante con ánimo.

Preparé mis cosas y me fui a correr, corrí lento los primeros kilómetros y decidí probar mi resistencia.

Corrí los primeros cinco bien a trote constante y decidí hacer la largada a los otros cinco.

Cuando iba en el seis el paso ya era bueno y en franca mejoría e inicie lo que llamó el regreso al establo.

Como un caballo lo hace cuando sabe que regresará al establo empieza a galopar rápido, así automáticamente al estar a tres kilómetros de la meta empecé a subir el ritmo.

Las piernas aguantaron bien y termine los primeros 10 continuos.

La sensación fue de estar contento y seguro para el próximo domingo.

Se que voy a correr bien y voy a disfrutar esa carrera.

En la noche llegó el cachalotito a su casa y durmió en ella, como hace mucho que no lo hacía.

Me sentí alegre y liberado deseando lo mejor para ella, aunque ya estemos muy lejos el uno del otro.

Estamos a muchos kilómetros de distancia + 10

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