sábado, 26 de septiembre de 2009

Prospectación de la relación con una mujer.

Estoy en esta tarde de sábado de finales de septiembre.

Después de la estancia de mis padres por tres y pico de meses, a mediados de este mes se regresaron para su casa.
El retomar la soledad o la rutina normal de mi vida fue un lapso de reflexiones acerca de si será necesario ya vivir con compañía de alguna mujer que me guste, porque estoy viendo que ya me estoy cansando en algunos períodos de seguir solo; aunque luego cuando me voy adaptando al reajuste de estar conmigo nuevamente disfruto de los periodos prolongados de soledad.
Es una reflexión que siempre me viene a la mente cuando reinicio procesos en los que estuve acompañado y luego viene la despedida para reiniciar la vida en la que he vivido todos estos últimos años.

Este mes fui a la boda de Sergio, compañero mío de la infancia quién se casó con una mujer de veinticuatro años con una niña.
En la ceremonia al verlos, sentí que a lo mejor mi momento de estar con alguien no es tampoco una idea que se deba descartar, por lo que pienso estar receptivo con las mujeres que vaya conociendo en los momentos que se van presentando, claro, sin la idea de forzar nada.
Dejando fluir las situaciones con su propia inercia.

Me imagino que como todo será cuestión de actitud.

He ido conociendo mujeres por internet y retomando relaciones que por cuestiones de la vida se presentan.

Siento que el complemento de una relación en las relaciones sexuales es muy benéfico si se sabe convivir adecuadamente, aun la rutina sexual es necesaria para los estados de ánimo, como la convivencia cotidiana.

Acerca de un asunto en el que yo veía venir y que desde su inicio se veía que podía ser un fracaso, no me equivoqué y el vecino probablemente se esté divorciando, además de varios familiares y amigos.

Todo es incierto en la vida......

Pero también siento que hay que adaptar las relaciones a los entornos de las parejas y no forzar a las relaciones tradicionales como se han venido haciendo en el pasado.

Me explico mejor, siento que la estructura que conforma el matrimonio católico y civil conlleva de hecho ya mucha presión en sí, aunado a los cambios naturales, económicos y sociales que dinámicamente están sucediendo en el mundo.

Si voy a tener una relación que me gustaría que fuese duradera, siento que lo mío no es el matrimonio, ni tampoco el tener hijos, vaya ni siquiera el vivir en conjunto con esa persona.

Por tal motivo a mi me gustaría una relación con una mujer que sea independiente y a la vez si tiene hijos que viva con ellos, aunque yo procurando estar con ella y apoyar de la manera que sienta esa responsabilidad, pero nunca tratando de asumir el papel de un padre sustituto.

La relación también me gustaría que fuese versátil, para que el trabajo siga en el parámetro de cuidarlo no importa la distancia geográfica, ya que hoy en día tener trabajo es algo muy complicado e incierto por tanta situación adversa que existe.

Pero con el trabajo se pueden hacer muchas cosas en beneficio de la relación, incrementando las posibilidades de éxito.

No me gustaría fracasar asumiendo responsabilidades muy profundas.

Me gustaría tener una relación complementaria y de confianza, que nutra, que sea amorosa, solidaria y como un proyecto para estos años.

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