martes, 30 de agosto de 2011

No hay nada como un par de piernas largas.

Siempre he tenido fasinación por las piernas largas de una mujer atlética, me encantan.

Me encanta ver en la pista de trote a las chicas con sus shorts y sus piernas musculosas y largas.

Hay un placer en el rebase de ellas, cuando las observo, piernas que van a un ritmo acelerado, piernas largas y bien torneadas.

Piernas morenas o blancas, que desembocan por lo general en un culo redondito que se aleja rápidamente de mí.

No me gustan los chamorros fuertes o gordos, me gustan las piernas estilizadas y fuertes, las del principio del "corpore sano".

Es mágico ver esas piernas correr, ir, o caminar en un centro comercial acompañadas de una minifalda coqueta que las deja ver lucir, depiladas, enceradas.

Las mujeres que las tienen me seducen inmediatamente, me encantan, me llevan a pensar en lugares mágicos.

No hay como una mujer que practique deporte, que corra mejor, es cuando la belleza sale a flote.

Es cuando uno se da cuenta que la naturaleza humana es una naturaleza animal.

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