miércoles, 22 de febrero de 2012

Nuevas asignaciones, nuevas mentalidades.

Se acercan nuevas asignaciones laborales, me han asignado para resolver problemas serios de un proyecto en una ciudad vecina, debidos a que según mi parecer hubo negociaciones bajo la mesa entre la persona que representaba nuestra empresa y gente del gobierno anterior municipal.

Suposiciones que todos tenemos, incluyendo la Dirección General, por lo que decidieron liquidar al ejecutivo de la empresa y ponerme en su lugar.

Se avecinarán nuevas responsabilidades, nuevos desgastes y nuevas emociones extrañas.

Este lunes que viene tendré que ir con mi jefe y el ejecutivo de la empresa a ver a la nueva Presidenta Municipal para ver como podemos dotar de agua a nuestras trescientas casas que están recibiéndola con pipas.

El ejecutivo ni idea tiene de su liquidación (pienso yo), pero supongo que se dará cuenta cuando mi jefe le diga que me tendrá que proporcionar la información correspondiente.
Probablemente el asunto sea rápido con él ya que no le darán ya mucho tiempo de vida.

Malo para él ya que es recién casado y con un hijo.

Que incómoda situación la de perder el trabajo con estas responsabilidades nuevas en su vida. Sinceramente no le deseo ningún mal y espero que pueda volver a encontrar trabajo nuevamente rápido.

Tengo mis dudas de que esto se pueda resolver rápidamente, siento que esto me demandará tiempo y esfuerzo ya que este asunto ya está muy desgastado.

Tendré que ver bien el escenario y analizar como poder hacer alianzas con el nuevo gobierno y la gente que trabaja para el organismo de agua.

Volvemos a lo mismo, la libertad de poder hacer las cosas como yo quiera generan una plusvalía a futuro.
Tengo que reconocer que ser especulador me ha ayudado para poder resolver problemas utilizando medios como: gente, relaciones, negociaciones indirectas, dinero y otras que he ido aprendiendo.

Diría yo que ido aprendiendo el arte de esperar, especular y obtener beneficios de jugar frío.

Al final del día a día he ido aprendiendo que no necesariamente las cosas se resuelven de un día a otro, que hay que vender los resultados graduales poco a poco y que no hay que mentir en lo absoluto si las cosas van mal.

También hay que saber poner una distancia razonable con los funcionarios, demostrándoles que uno es independiente y que no necesito estar todo el tiempo tras de ellos.

Hay que saber esconderse un poco.

Ya no me han entrado angustias innecesarias, y todo ha entrado en el campo de la racionabilidad, conociendo las fuerzas y debilidades, mías, de la empresa, de la situación y del negocio en general.

Grandes torres he visto caer en estos tiempos y hay que aprender a sentir cuando se está en situación desventajosa y tratar de sobrevivir.

Sobrevivir, esa es la palabra de los negocios de hoy en día, si eres un sobreviviente se puede considerar que eres exitoso, que tienes capacidad de alienarte, de camuflajearte y de seguir adelante, aunque te pisen y a veces te dejen completamente noqueado.

Hay que tener la fuerza para ser fuerte, suena raro, pero es así, tratar de ser fuerte día a día, requiere mucha fuerza mental, mucha preparación física y mucho amor propio.

Hay que pensar en función de lo que los demás esperan de uno, callarse la boca y seducir.

Ser una serpiente emplumada, seductora y saber morder en el tiempo preciso.

Te vamos a extrañar Rubén, pero eras un obstáculo insoportable que teníamos que desechar.







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