Con su cachondez oculta, espera que un fantasma vaya y se le plante. Se de antemano que no tomará la iniciativa.
Sumisa como siempre, dispuesta a ser generosa en el roce discreto. A ofrecer lo que la naturaleza le dió y el cirujano con oficio implantó....
Pechos operados que parecen melones, desproporcionados, grandes y frondosos, globos a punto de reventar cuelgan ahí ocultos por capas de ropa, de blusas de algodón, sueteres..
Alguna vez pensó en ofrecerlos al amado que se suponía estaría ahí para toda la vida. Pero este como otros se han ido dejándolos solos, guardados, despechados.
Bendita especulación adrenalizada que me hace reflexionar el momento preciso de ir a buscarlos, de meter mi mano en esa red de algodón, de tenerlos solo para mi.
Humildad y paciencia, que la carne espera......
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