lunes, 20 de diciembre de 2010

Perturbaciones Dickenianas.

Llevo desde el viernes con una pinche gripa que me tuvo el fin de semana tirado, completamente noqueado.

Ya he comentado en varias ocasiones de que mi talón de Aquiles son mis bronquios.

También he señalado que todo se debe a la humedad con la que viví desde niño y que me afectó.

Las calenturas y la enfermedad de la garganta se vuelven crónicas y escupir bolas de mocos con sangre es lo habitual.

mocos con sangre, no digo un moco, digo una bola de moco del tamaño de un dado para jugar a la oca, plástico, espeso y sacado con la mano de mi garganta hacen que cualquier persona que lo vea se espante porque piensan que me estoy sacando un pulmón.

Se vuelve tan molesto que me tengo que dormir sentado, so pena de toser de una manera tan fuerte que hasta el vecino me toca la puerta y me pregunta si estoy bien.

¿Como voy a estar bien?

De la verch, me vienen unas calenturas bien fuertes que me tumban y me debilitan.

Luego estoy semidespierto todo el día.

Lo que no me gusta es que mi cerebro empieza a elucubrar los sentimientos mas extraños y dañinos para mí.

Me llego a tomar una botella y media de jarabe y cada invierno es mas y mas y mas.

Siempre me voy al pensamiento de que soy John Bonham y que muero de mis propios vómitos y que ya no voy a poder tocar con Led Zeppelin.

Es una manera snob de pensar que mi mal tiene glamour, cuando es el mal de cualquier borrachín de quinta tirado en una esquina en el Londres de Dickens.

Yo hubiera sido un excelente personaje en cualquier novela victoriana de esa época.

Un borrachín, jugador, borracho y desventurado tirado en una esquina cubierto con papel periódico tapándome del frío, con mas indiferencia hacia el mundo que la indiferencia del mundo hacia mí.....

(y no, no es un post críptico, también disfruto de esta parte de mí)

1 comentario:

Jo dijo...

a pesar de que estoy cenando y puede parecer terrible leer algo asi ;)
lo compensaste perfectamente al colocar el lado victoriano

... yo te imaginèno como un borracho vulgar sino como un hombre de edad madura con levita y sombrero

con cierto toque elegante pero sin caer en ese clichè de galàn peliculesco
mas bien normal...

y si
me engancha porque yo siempre me pienso que yo en otra vida tuve que ver con la epoca de dickens y oscar wilde.

mi lado victoriano me traiciona irremediablemente

tienes el humor para hablar de no manera elegante sobre ti y eso es perfecto

hasta me acordé de julián sorel
de los versos de lord byron
y la crudeza de género que tiene la hemoficciòn

(voy por mi abanico)