viernes, 17 de diciembre de 2010

Viernes de cierre.

Son las doce treinta y la calma es profunda y total.

Viernes frío, pero no tanto como los días anteriores, así que el clima es agradable.

Hoy fuimos a pagar los derechos de las licencias y me las dan la primera semana de enero.

Fin de la historia de este año.

Estoy por organizar todos los papeles de trabajo la próxima semana y el miércoles pienso irme a Tampico a ver a mi mamá, hermanas y sobrina.

Un año corrió rápido, uno de los años mas significativos en mi vida el cual fue la pérdida de mi padre.

Pinche madrazo, fue imprevisto todo, todo estaba bien y en una semana todo se acabó.

Luego la presión por sacar los papeles que me traían loco desde febrero, como discutí este año por obtener dos pinches papeles.

Que desesperación vivir en un país tan jodido como México, en un país donde nadie respeta a nadie, en done cada día estamos peor y en donde yo no tengo ningún interés en vivir, aunque se que no me voy a mover ya, me desespera mucho la situación de corrupción y de mediocridad en la que vivimos.

La indiferencia por las desigualdades, la indiferencia por la violencia, la indiferencia por muchas cosas.

Estoy cansado y aunque suene paradójico, ahora voy a descansar a un lugar lleno de violencia y de peligro urbano, como no pienso salir a la calle, voy a dormir mucho, a ver películas a estar con ellas y tratar de comprender mejor la problemática en la que viven.

Probablemente este año que viene me voy a llevar a mi mamá a la casa de México y una de mis hermanas se irá a vivir a Guadalajara con su esposo e hija ya que ya pidieron el cambio de plaza.
Ya cansados de tantas visitas de los capos de mierda que se llevan a mi cuñado para que les arregle las camionetas balaceadas.

Una ciudad ya media vacía, en donde se fueron todos los ricos, huyendo despavoridos después de vivir amenazados de ser secuestrados, ahora la amenaza es para el ciudadano común.

Todo es como un círculo vicioso que no lleva a nada, la relación narcopolítica está desvastando al pais.

¿Que sigue?

Ni hablar, ahora uno es un refugiado en su propio país.

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