miércoles, 11 de agosto de 2010

Inéstaticidad del medio contínuo.

Se habla de que la vida es corta o de que los momentos no perduran para siempre y que en general todo cambia.

Obviamente así es.

Nadamás que no te das cuenta de cuanto tiempo ha pasado, hasta que ves que las cosas ya no son las mismas, que tu vida ya no lo es y que tu posición de cualquier tipo respecto al mundo ya cambió y que no volverá a ser igual a como lo tienes contemplado en tu mente.

No me refiero al pasado remoto, vaya si tiene que ver, pero lo que nos cuesta mas trabajo asimilar, es como pueden cambiar mucho las cosas del principio de un año hacia el otro.

Perder un familiar, un amigo, cambiarse de trabajo, tener una enfermedad, pasar por una crisis, es como saltar de una avioneta a 9 mil pies en caída libre, para después abrir el paracaídas.
Todo esto en minutos, en segundos, en un viaje adrenalínico.

Como cuando se te cae un vaso con agua al suelo, un vaso que estaba ahí, que lavabas todos los días y que ahora está parte de él en forma de astillas en tu pie, parte de él abajo del fregadero y otras partes en varios lados.

Uno a veces se rompe en mil pedazos cada día y muchas de las partes que estuvieron pegadas a ti ya no volverán.

Un día se me vino un vidrio y casi pierdo un dedo, fue una cuestión milimétrica el no haberlo perdido, pero mi mano ya no quedó igual, el tejido ya no volvió a ser como antes.

Veo a muchos de mis amigos de la niñez, con muchas huellas de la batalla, inclusive muchos de ellos han fallecido, otros están cansados con sus hijos grandes, algunos solamente reflejan el brillo de sus ojos y es lo que me hace recordarlos.
Unos se ven tan viejos como si fueran mis abuelos.

¿Como me veré yo ante ellos?

Un día estas otro ya no.

Por mas que te quieras esmerar en hacer múltiples cosas o quieras motivarte con mil acciones, hay que entender que las cosas siempre cambian y que no necesariamente serás buscado como antes o encajarás en aquel lugar del cual solías ser parte de él.

La vida es una serie de oportunidades y preparaciones que te llevan a lugares diversos, que te relacionan con otra gente, que te apartan de otra, que te dan alegrías y también tristezas, pero que al final tarde o temprano un día se acabarán.

Según Stephen Hawking la raza humana no durará un milenio mas, en base a los fenómenos meteorológicos que se están presentando.

El medio es continuo, es un flujo que te lleva de un punto a otro, que tiene inflexiones, y que es dinámico.

La idea de que las cosas perduran de cualquier forma es una idea malsana, que no tiene caso, que no es.

Es un estanque, un charco de aguas podridas...

2 comentarios:

Jo dijo...

Supongo que es cuando a veces tendríamos que aprovechar los instantes
Yo he renegado de muchos inclusive se que soy tan inconforme a veces que no valoro incluidos los que son verdadermanete importantes. En cambio, atajo los que mayor dañ me hicieron, los que dejaron lacerada o abierta una herida

una grieta por la que a veces uno repasa una y otra vez los dedos como en plan masoquista...

y creo que entre mas crezco, mas duele separarse de esas cosas que eran "casi ¡perfectas" que no causaban ningún daño, que te permitia ser valiente y arriesgarte

cada vez los amigos en bandolera o grupo también van tomando caminos, supongo que nos vemos siempre distintos pero.. yo quiero pensar que algo de la esencia nuestra permanece

Raúl dijo...

la esencia también se transforma....