lunes, 2 de agosto de 2010

Strega.

Me estoy tomando una coca fría a esta hora en lunes, ya que aunque me siento bien, esa sensación de estar en domingo todavía la tengo, sobretodo después de haberme tomado en la comida dominguera unos tequilitas, una copa de vino tinto y el café express con un strega.
Como que traigo pegadas las balatas y necesito regresar al planeta tierra.

Ayer me levanté como a las doce, porque como los sábados estoy pegándole mas duro al exercicio, además de que voy media mañana a la Alianza Francesa, pues el sábadito en la tarde me acurruco en mi camita me aviento una película rentada en la video y trato lo mas que se pueda para descansar el domingo, tampoco sin estar de huevon.

A medio día me baño, me arreglo y "desayuno", para después prepararme para salir.

He ido estas dos últimas semanas a comer en lugares que tengan terraza y se pueda ver movimiento y salgo de la casa como a las tres y media para estar llegando a las cuatro.

Me gusta buscar las sensaciones domingueras y pido lo que cotidianamente no como, en lugares de buena comida.
Me tomo mi tequilita para iniciar y luego acompaño la comida con una cerveza o un vinito y al final pido un café express y un strega.
Ayer en particular por estar en el zócalo me fumé un puro recién curtido, por lo que el sabor del mismo fue muy fresco y muy agradable.

Mujeres guapas tanto locales como turistas caminan alrededor del lugar y es agradable la sensación de no tener que hacer nada mas que disfrutar los sentidos.
Total no soy de aquí y no me importa mirar por mirar.

Trato de morder y paladear lo mas posible dentro de la boca, identificando los sabores que me proyectan emociones únicas.
Particularmente ayer comí un mole, en donde el equilibrio de sus múltiples sabores me generó una felicidad que se redondeaba en el chocolate del guiso, sus ingredientes y la mezcla con lo enmantequillado del vino tinto chileno.
Un vino clarete, ligero muy adecuado para mezclarlo como dosificador de esa escala múltiple que se conjugaba en mi paladar.

Una morena sensual ya entrada en años, me veía de vez en cuando y cruzaba la pierna en ese pantalón verde elástico que portaba, todavía de buen cuerpo, corriosa, maciza de las piernas, se movía en su silla de una manera sabrosa.
Yo solamente la miraba a los ojos de vez en vez ya que mi mente estaba completamente abstracta en el cielo azul y el sol brillante de un domingo sin lluvia, después de tanto diluvio.

Un puro, un café y un strega para terminar, disfrutándolo, degustándolo, llevándome a rincones con mi padre, con mis amigos, con pensamientos místicos y alegres.

Después bajé a la zona de San Francisco y en el Sanborns me compré unos discos, un remasterizado de Jimmy Hendrix, uno de música barroca, otro de música popular francesa, uno de Pavarotti y uno de música chill out.

Ya en la noche otra pelicula que ya tenía ganas de ver, de la época Mchartista y de la caería de comunistas en los 50s.
Temas en los que con mis amigos nos identificábamos mientras estábamos en cabartes cuando éramos universitarios y no estábamos en discotecas como una persona normal de mi generación hubiera ido, sino que estábamos con cabareteras que llevaban años en su oficio en una ambiente que queriamos recordar ya estándo en otra época, en un viaje al pasado dentro del pasado en sí.

En fin, hoy es lunes y hay que empezar a trabajar.....

Buenas tardes, buena suerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu..."

André Maurois
(1885-1967)
Ampliamente conocido por "En búsqueda de Proust", considerada la mejor biografía del escritor francés.

Raulito eres único.......

Jo dijo...

strega! nunca habìa desmenuzado ese concepto. A veces pareciera que uno minimiza lo que un ho,bre sie4nte o piensa a la hora de comer o saborear alguna cosa bajo una agradable terraza

vaya que me haz dejado pensando tanto..

Raúl dijo...

ehcale la culpa a Proust.....